Este reclamo tiene más de seis meses de antigüedad
  • Quintero, Chile
  • 03, Enero 2015
  • Número: 309649

-Justicia

SEÑORES justicia

PRESENTE


Sr. Director: Por medio de la presente, vengo a denunciar ante la opinión pública el juicio injusto del cual he sido objeto, puesto que he sido condenado en base a presunciones y a un único y falso testimonio, el cual además no ha presentado ninguna evidencia sino que es un simple relato que no tiene ningún asidero en la realidad. A continuación paso a detallar los hechos tal como fueron y luego las pruebas que acreditan mis palabras. Eran alrededor de las 21:30 Hrs. del día D. 21 de octubre del año 2012, día al cual acompañó una lluvia persistente durante todo ese lapso, me dirigía desde Quintero a Loncura en compañía de tres personas, Helmuth Neumann Espinoza, R. D. F. y la hija de este último, luego de haberles ofrecido llevarles a su casa en razón del mencionado mal tiempo. Al ingresar a Loncura, tomé un camino rural con muchos hoyos que no tenía señalizaciones de tránsito. Durante el trayecto no noté nada anormal ni tampoco mis acompañantes, puesto que nada me advirtieron. Al llegar a la casa de Don R. D. y su hija, los dejé en ella tal como les había ofrecido, luego, a una C. aproximadamente hice lo propio con Don Helmuth Neumann. Después de esta acción, y sin notar nada anormal durante el recorrido de vuelta, regresé a mi casa de Quintero. Al llegar a ella, guardé el auto en el garaje tal como de costumbre sin revisar nada de él, puesto que nada había sucedido en el trayecto. Luego, para hacer frente al frio, me preparé una bebida consistente en ron con coca cola. Debo señalar que antes de ir a dejar las personas mencionadas, no había bebido alcohol, puesto que sólo había estado tomando unas onces normales con mis invitados. Aproximadamente a las 23:30 Hrs. irrumpió en mi domicilio don R. Droguett, el cual venía acompañado de carabineros, quienes sin ninguna orden escrita, me tiraron al suelo, esposándome con las manos atrás, como el más peligroso de los delincuentes, asimismo los policías procedieron a registrar la casa y sacar el auto del garaje. Pasé toda la noche y toda la mañana del lunes detenido en la comisaría de Quintero. Quedé en libertad a las 14:00 Hrs. por falta de méritos y también me entregaron el auto puesto que éste no presentaba ningún signo de que hubiera atropellado a alguien. La Sra. Magistrado, A. S. Guerra, dio 90 días para la investigación del hecho en la causa Rit 1480 del año 2012. sin embargo, el proceso de investigación a cargo del fiscal M. Dunner Torres, duró 2 años y dos meses, con el consiguiente atropello a mis derechos. Los cargos de atropellar a una persona y de conducir en estado de ebriedad están basados unilateralmente en el relato sólo del Sr. R. Droguett, quien no presenta ninguna prueba irrebatible que evidencie la verdad de sus palabras. A continuación una lista de mentiras del Sr. Droguett:1.Afirma haber estado en un asado conmigo en donde se consumió mucho vino. falso: sólo estábamos tomando onces y no hubo ingesta de vino ni de otro tipo de bebida alcohólica.2.Afirma que en el trayecto de ida a Loncura yo iba conduciendo a 80 Kms.por hora cuando en forma violenta impacté a una persona lo que hizo que ésta saltara sobre el capó y el parabrisas. falso, porque el automóvil Hyundai sedán año 2011 que yo conducía hubiese quedado con daños y abolladuras severas por lo que significa impactar, supuestamente a una persona de 64 Kilos a 80 Kms. por hora. Esto además queda desmentido, puesto que la persona fallecida, don J. N. Hernández, en este caso no presenta un daño atribuible a un atropello a esta velocidad. Más aún, si como afirma carabineros el occiso fue encontrado tirado en la mitad de la calle en total estado de ebriedad (2,07), según el parte médico correspondiente.3.Otra mentira del Sr. R. D. es que según él esa tarde sólo estaban presentes en el “asado” él , su hija y yo, omitiendo la presencia de otro testigo de los hechos, como es el señor Helmuth Neumann.4.Esta mentira, según propia confesión del Sr. Droguett, la dijo para no involucrar al Sr. Helmuth Neumann, según la versión del propio Sr. Neumann. Más allá de lo anterior, mi condena consistente en perder la licencia de conducir de por vida, en 541 días de presidio menor en su grado medio y en una multa de tres unidades tributarias mensuales es injusta, puesto que presume verdadera, sin ningún análisis racional, la declaración del Sr. Droguett, la cual es completamente básica e inconsistente por lo explicado en los puntos anteriores. Además, el juez presume y el fiscal acusa que yo manejaba en estado de ebriedad, pero la alcoholemia en este caso sólo refleja mi estado después de dos horas de haber pasado a dejar a mis amigos a sus domicilios y no antes cuando estaba en un estado perfectamente sobrio. ¿Quiere decir eso que los conductores no tenemos derecho a beber en casa cuando ya hemos guardado nuestro automóvil en nuestro garaje? ¿Por qué, además, la Sra. Magistrado C. R. I. sólo da cabida a la versión del Sr. D. y no a la del Sr. Neumann si ambos pretenden ser mis amigos? Más aún, ¿por qué se considera válida la versión del Sr .Droguett si hasta un niño puede darse cuenta de que es absurda y sin sentido? Pero también cabe preguntarse, ¿por qué la Sra. Magistrado no tomó en consideración que la familia del occiso no quiso establecer ninguna demanda en mi contra al ver que el estado del automóvil no acusaba ningún atropello? ¿Por qué la Sra. Magistrado no tomó en cuenta la versión del perito ex coronel de carabineros, don J. Cerda, quien afirmó que el perfecto estado del automóvil demuestra que no hubo un atropello en los términos que asume la fiscalía para condenarme. Cabe señalar que mi abogado defensor público, Sr. F. Pinto, teniendo todos los antecedentes a su disposición nunca fue capaz de articular una defensa decente sino que sólo se limitó a ser arrollado por el fiscal y a escuchar el fallo de la jueza, porque esa la “calidad” de la justicia a la que tiene derecho la gente común y corriente en Chile Y mientras tanto el Sr. Herrera, arquero de la Universidad de Chile, que no sólo atropelló sino que manejó con licencia falsa y en estado de ebriedad en forma reincidente, ahora está libre de polvo y paja así como también el hijo del ex-senador Sr. C. Larraín. Eso es la justicia en Chile y eso es también tener plata. Finalmente, solicito que dé a conocer por su medio de comunicación esta injusticia que representa los miles de juicios injustos y abusivos que tenemos que soportar los chilenos sólo por el hecho de ser ciudadanos comunes y corrientes. Saluda atentamente a Ud., Alejandro O. ReyesAdjunto imagen del vehículo después del suceso.
Autor: A.O.
Publicado el Sábado, Enero 3, 2015 - 11:19. El autor de este contenido se ha identificado privadamente con su nombre, rut y otros datos aportados voluntariamente. Para tomar contacto con el autor considere las alternativas están a disposición. Las opiniones publicadas por los usuarios en el foro no reflejan necesariamente la opinión de los administradores.