Abuso en sistema de asignación de asientos

Quiero dejar en evidencia un claro abuso de la aerolínea LATAM contra sus clientes a través de su “sistema aleatorio” de asignación de asientos y poner en alerta a los futuros viajantes.Hoy jueves 14 de febrero mi grupo familiar tenía de antemano comprado los boletos de vuelta de Lima a Antofagasta, bajo un mismo código de reserva. El grupo familiar consiste en dos adultos y dos menores de edad (2 y 6 años). Pese a que la compra se realizó para todo el grupo, quedando de esa forma asignado 1 sólo código de reserva, todos los integrantes quedamos en asientos separados. Este es el primer indicio de sospecha que la aerolínea realiza un trato abusivo con el cliente, toda vez que por reglamento la empresa debe siempre asegurar que un menor quede sentado con un adulto.Para peor, el sistema asignó a dos integrantes de la familia en una misma fila, pero incomprensiblemente separados por un asiento desocupado, el cual sólo podía ser elegido en el proceso online de selección de asientos pagando un importe adicional, cosa que rechazamos hacer.Cuando llamamos a la empresa, la respuesta textual fue:- El precio de sus boletos no permite seleccionar asientos (falso, en la app de LATAM el proceso de selección de asientos SÍ existía, ya que pudimos adelantar a 1 integrante desde la fila 22 a la 13, aún así quedando separado del grupo).- La asignación de asientos la hace el sistema de forma automática. (Es incomprensible que un sistema no sea capaz de sentar a un menor de edad con un adulto del mismo grupo familiar, existiendo 1 sólo código de reserva para todos y además toda la información de edad, parentesco, etc.)- sin embargo, la operadora telefónica nos trató de dar tranquilidad diciendo que en el mesón eso se podría resolver, ya que LATAM debía hacer cumplimiento a la regla de sentar a menores con sus adultos responsables.Para nuestra sorpresa, al llegar al counter de LATAM, el sistema había reasignado sin cobro al menor de 2 años en el asiento que la app nos estaba vendiendo por un importe adicional. Lo raro de esto es que, de no haber desistido en el pago de dicho importe, la empresa habría cobrado ese costo adicional de “acomodo”, situación que no ocurrió porque decidimos no hacerlo para esperar llegar al counter a pedir una solución. ¿La empresa habría devuelto el cobro? No sabemos. Además, a la hora de presentarse el personal de LATAM a la puerta de embarque, nos percatamos que fueron llamado por altoparlante más de 10 grupos familiares con niños, para confirmar la reasignación de asientos, al igual que nosotros.Es claro que si los integrantes de dichos grupos familiares hubieran decidido pagar el importe adicional por reasignación de asientos, la empresa habría cobrado ese dinero extra teniendo la obligación de cumplir con la regla de acomodo de menores.Todo lo anterior evidencia la artimaña de esta aerolínea para generar gastos adicionales a los grupos familiares, sin tener un mínimo de consideración al cliente que viaja con menores de edad y el claro aprovechamiento a las familias que naturalmente se preocupan al ver que sus menores quedan separados.“Por si pasa y Ud. paga para superar la preocupación”