- La Serena, Chile
- 17, Junio 2019
- Número: 592158
Problemas con transbank, poca empatia
PRESENTE
No iba por una bebida, ni un helado, ni un pan. Iba por las compras del supermercado para lasemana, colaciones, leche, frutas, verduras, útiles de aseo (y si hubiese sido así, tampoco esrelevante para lo que sucedió).16 de junio, domingo, 16:25 horas, llego al supermercado Líder, ubicado en Av. Guillermo Ulriksen3128, el milagro en La Serena. Recorrí los pasillos como nunca, aprovechando el buen ánimo de miacompañante (mi hija de 3 años), iba ansiosa esperando el premio que tendría por ayudar yacompañar a la mamá. Me paseé por todos los pasillos para poder comprar lo necesario y quenada se me quedara en el tintero, hice una compra calculando el presupuesto que tenía destinadoa pagar. Ya cerca de las 18 horas, me dispongo con mi hija a pasar las cosas por caja, ya teníamosnuestra compra lista, me hago una transferencia desde el banco estado a la cuenta vista de bancoFalabella, porque desde esa tarjeta debito saldría el pago, la transferencia se realizó con éxito.Luego de pasar las cosas por caja, el total fue de $148.483 mil pesos, paso mi tarjeta debito debanco Falabella solo con contacto y me aparece “rechazada”, me pareció extraño, dude que latransferencia desde mi otro banco hubiese quedado en el limbo, pasé nuevamente la tarjeta y meaparece “excede el máximo”, ahí dude nuevamente y reviso de inmediato en mi teléfono la cartolaonline de mi banco, en la cual aparece descontado el total de la compra $148.483. Efectivamentedesde mi cuenta el monto fue descontado, pero transbank no le “alcanzó” a enviar esainformación a la caja registradora del supermercado para validar el pago. Por supuesto la cajeraera poco lo que podía hacer, llamó a la encargada de cajas, quien intento solucionarlo reiniciandola máquina de Transbank, cerrando y reabriendo caja, cosa que no le funcionó, intentó ayudar unjoven (usaba un aro muy discreto en su oreja) que no pregunté su nombre, pero debo recalcar quefue el más humano, y seguro el que tenía más empatía y capacidad de ponerse en el lugar del otro,la cajera y supervisora de cajas, lucubraban alternativas para darme solución pero todas seescapaban de sus manos (lo entendí), pero hubo una trabajadora que lamentablemente me hizosentir impotente al momento de abordar el problema, la solución y respuesta que ella me dio fue:“no tengo ninguna alternativa, el dinero se lo devolverán igual, así que le sugiero que pague conotra tarjeta si se quiere llevar las cosas”, y en ese minuto pienso, ¿cómo es capaz de meterse en mibolsillo y no ponerse en mis zapatos?, en el tiempo perdido en el supermercado (ya eran cerca delas 19:00 horas), en que andaba con mi hija de 3 años, en que lo único que quería era solucionaraquello, pero lamentablemente no contaba con los recursos y poder pagar nuevamente cerca de150 mil pesos, que lo que llevaba era de necesidad y no por gusto. Me sentí tan mal cuando eljoven me dice, señorita, la solución escapa de mis manos, si yo lo soluciono como quiero meterminarían echando, llamó a su jefa, que por supuesto no estaba un domingo a las 19:00 horastrabajando, menos sería capaz de empatizar con una clienta y la respuesta fue la misma que laencargada del local, “que pague con otra tarjeta, si total en 48 hrs le devolverán el dinero”. Puedoentender que un domingo a las 19 horas, son pocas las gestiones que se puedan realizar, pero nopuedo entender cómo puede una trabajadora la encargada del local (Maritza Araya cortes), tratarcon tanta displicencia a una clienta. Luego, de buscar alguna alternativa con el joven que secomprometió mas con la solución al problema, ofreciéndome incluso dinero de su bolsillo parapoder llevar lo más urgente, considerando, que me vio con mi hija de 3 años, cosa que porsupuesto yo no acepté, no era su obligación. Con mis ojos llenos de lágrimas por la impotencia deno tener en mis manos la solución, por ver a mi hija a mi lado preguntándose qué estaba pasando,porque no nos íbamos del supermercado si ya estaba todo comprado, por ver como la encargadade local ni se arrugaba por decirme que usara otra tarjeta, ¿sabía ella si yo tenía las condicionespara aquello? Peor aún….. ¿Sabía ella que quizás ese era mi último presupuesto para terminar elmes?, que quizás la leche que llevaba era la única que tendría para darle a mi hija porque se lehabía acabado, que probablemente mis niños se irían sin colación al colegio? ¿Sabía que lo quellevaba era para enviarles el almuerzo del día siguiente? Claro ella no tiene como saberlo, perotampoco debía asumir que yo debía resolver algo que no fue por error mío. “pagando, si total en48 horas más debían devolverme el dinero”. Todo eso sumado al tiempo perdido. La reflexión es:Hoy más tranquila llame al banco y efectivamente puede que dentro de estas 48 hrs me hagan ladevolución del dinero, pero también está la opción que la transacción si se haya realizado y sea elsupermercado quien deba devolverme el dinero debido a que la transacción si se generó pero noarrojó el pago a la caja, pero si genero código de pago. Pero apelo a la Poca empatía de esapersona en particular, apelo a que como el supermercado, no tiene un plan de contingencia enesos casos (que por lo que me dijo la ejecutiva son casos recurrentes), si bien, es un problema dela máquina de transbank que se cayó, yo no les fui a comprar a ellos, yo fue al LIDER, en esesupermercado gasté mi tiempo y compraría los productos a ellos, a nadie más, y probablemente sihubiese tenido dinero en otra tarjeta, por necesidad hasta me hubiese llevado el carro con lascompras. Por suerte no lo tenía, no gaste mi dinero en ese supermercado, porque debido al tratode esa funcionaria, más que trato, la arrogancia con que manejo la situación no lo valía, mehubiese arrepentido de comprar ahí. lamentablemente me fui triste, con rabia, con una hija muycomprensiva.. Diciendo “vamos mamá, no importa, mañana vamos a otro que arreglen la tarjeta ycompramos” (eso en su idioma y entendimiento de una niña de 3 años y medio), y claro, mequedo con lo último, yo vivo en el sector, muchos de mis colegas viven ahí, y al contarles elepisodio transmitiendo la mejor publicidad que existe, el de boca en boca…. Sabes que me pasó talcosa en el supermercado… las reacciones son: nooo, ¿enserio? ¿Qué mal? “Trataré de ir a comprara otro super entonces” (hay muchos en el sector) “que mala onda”, “que rabia”. Y claro midecisión será lo que dijo mi hija, “vamos a otro super mamá”. Sé que seguro en números norepresento ni el 1% de sus compras, pero soy una persona que quiere un mundo mejor, que buscaempatizar con el prójimo, que busca mejorar procedimientos, y desde mi vereda lo haré, lo harépor mi hija, para que ella sepa que no se debe pasar a llevar por nadie, y lo haré por muchos queseguro pasaron por la misma situación y se han quedado callados. Y la mejor forma es a apelar a lavieja publicidad, “de boca en boca”.Ahora solo espero que transbank haya detectado el error y me reembolse mi dinero. Y sino, ir albanco, buscar una cartola donde indique el número de la operación y esperar que elsupermercado se haga responsable.Un mal rato que me hubiese ahorrado si hubiera ido a otro supermercado, porque estoy seguraque si esa situación ocurre en el jumbo, santa Isabel, o quizás en otro líder, quizás las respuestashubiesen sido otras. (A veces las soluciones solo dependen de disposición).
Autor: V.M.