- Santiago, Chile
- 16, Febrero 2015
- Número: 315175
Esta carta les envie a la gente de la piccola italia:El día 14 de febrero fuimos a comer con mi marido como es usual para nosotros a la picola Italia ubicada en Amunategui 371, ya que vivimos muy cerca del local. Siempre llevamos solo mi cartera pero esta vez teníamos una gran bolsa roja que contenía diferentes especies avaluadas en más menos unos 180.00 pesos. Como no tenían servicio de redcompra mi marido fue a un cajero cerca del lugar (primera irregularidad). Al regresar pagamos y nos fuimos. No pasaron ni 3 minutos cuando nos dimos cuenta que habíamos olvidado la bolsa. Regresamos al local y yo pregunte a la familia que estaba frente a nosotros comiendo y me dijeron que solo personal del local se había paseado por esos lados y que nadie externo se había acercado a la mesa. Efectivamente la misma gente que habíamos dejado en las mesas cercanas seguía en el mismo lugar.Pedimos hablar con el administrador, un tal J. que después se comportaría de una manera bastante descortés y mal educado. Nos hizo pasar a la sala en el segundo piso (después de unos 20 min); la cual estaba al lado de la cocina y nadie usaba maya protectora en la cabeza y había en la oficina un cenicero lleno de colillas de cigarro. Cosa que esta prohibido hacerlo en un lugar público. Nos mostraron las cámaras después de una pequeña larga espera y ´pudimos ver que al llegar veníamos con la bolsa, que además salimos sin ella y que efectivamente la gente externa al local no se había movido, a diferencia del personal que transito mucho por el sector.El jefe de personal… una persona bastante prepotente, que al parecer se llamaba Sandro, nos ínsito con un tono burlesco que llamáramos a carabineros y que incluso hizo el amago de querer llamarlos el… momento en el cual le dije que no se preocupara (ya que ninguno tenía minutos en el celular)y que yo misma iba a llamar a carabineros puesto que en las imágenes se veía que mi bolsa no había salido del local y que solo personal del local se paseó por el sector. Fue en el momento que se sentó y se puso la red en la cabeza ofuscado (que no había usado en ningún momento). No nos dieron ninguna solución, tampoco intentaron dialogar, sino más bien cada vez se ponían, mas alterados y jamás sentí que me estaba prestando ayuda de parte de ellos. Solo sentí la amabilidad de quien nos mostró las imágenes en las cámaras de seguridad, pero a los jefes les quedaba grande el puesto, ya que con esa prepotencia no se puede tener un trato de esa manera, mucho menos con un cliente.Nos fuimos directo a la comisaria y en el camino nos encontramos con un garzón que nos dijo que esto siempre pasaba, que esto ya era costumbre y que la gente jamás hacia nada pues salían pensando que alguien externo lo había hecho pero el también creía que no era así.Pusimos la denuncia con número 5183709 en la tercera comisaria de S. Centro , denunciando el robo dentro del local y la poca disposición y varias irregularidades que vimos en ese momento las comentare a la entidad competente, ya que trabajo en un ministerio y se los pasos a seguir para que los regularicen en las varias deficiencia que pude ver en el local.Solo quería hacer notar mi enorme molestia y decepción por el local que tanto me gustaba ir, y tan decepcionada estoy, ya que, aunque el lugar tenga buenas comidas y sea agradable, la gente que trabaja no hace nada por la solución de los problemas y además existen muchas irregularidades, como las normas higiénicas del lugar y el problema de los hurtos que jamás nadie reclama y que a la hora de hacerlo se tiene un pésimo trato con el cliente.Seguiré con mis planes de que todo esto sea regularizado y aclarado, ya que mi integridad como cliente regular fue bastante pasaba a llevar ese día y no visualice ninguna intención de darme alguna solución o al menos de hacerme sentir mejor con todo lo sucedido.Supongo que tampoco tendré solución por este medio pero al menos dejo constancia del mal trato que recibí ese día en la picola Italia de Amunategui,… lugar que alguna vez fue mi favorito.Saludos cordiales,
Autor: K.S.