- Santiago, Chile
- 30, Diciembre 2013
- Número: 268343
El 18 de Diciembre, fui al Archivo judicial de Santiago, a consultar qué tenía que hacer para desarchivar una causa sobre la Expropiación del Depto. de mi hermana, que gracias a una red de corruptos, había sido demolido.La respuesta de un funcionario, fue que el Juez debía solicitar el desarchivo y luego volver al Archivo judicial con ese documento y cancelar $6.000.sin embargo, antes de volver con la orden del Juez, fui a la Corte Suprema para averiguar sobre los valores reales, ya que me habían dicho que ese trámite era gratis, sobre todo si lo solicitaba un Juez. Y allí me entregaron un listado en el que aparecía el valor de $650 por desarchivo.Fui al Juzgado a preguntar por qué me estaban cobrando en forma excesiva por un trámite que me habían dicho era gratuito. La funcionaria del Juzgado, me confirmó que era sin cargo y me sugirió que solicitara hablar con el Archivero judicial o el Ministro en Visita y le reclamara.El 26 de Diciembre regresé al Archivo judicial y pedí hablar con el Ministro en Visita. sin embargo, el Guardia del lugar y un funcionario, contestaron que allí no existía ningún Ministro en Visita y que conversara con el Archivero Sr. F. L. CARVAJAL. Me acerqué a la oficina del Sr. LEIVA, quien me informó que el valor del desarchivo era de seis mil pesos y que si los documentos se entregaran gratis, ellos no podrían seguir funcionando; pero en ese momento, el Sr. L. se dio cuenta que estaba grabando con mi celular, por lo que inmediatamente me sacó de su oficina. Me acerqué al cajero que estaba al lado y el Sr. L. se acercó desesperadamente a pedirle que no me atendiera porque yo estaba grabando. Luego de sacarlo de la caja para hablarle en secreto, el cajero regresó y me envió al 2º piso a hablar con la Srta. Valeria.Me dirigí al 2º piso, en donde la Srta. V. me recibió en su oficina y luego de observar mi documentación me pidió que esperara. Al cabo de unos minutos, regresó con mis documentos y con el arancel de 0 pesos por cancelar.no es la primera vez que la red de corruptos usa sus influencias para ordenar a alguien que me cobre el doble o triple del valor real de algún producto o servicio.Estoy siendo seguida, hostigada y acosada por donde quiera que vaya, no sólo para señalarme como vendedora de drogas o enferma mental, dependiendo del lugar en el que me presente; sino también para ordenar a empleados del comercio, a que me cobren mucho más del precio establecido. En Supermercados, ordenan a empaquetadores a que me hostiguen en la consecución de drogas. En Organismos e Instituciones, ordenan a funcionarios obstruir todo intento de audiencia con alguna autoridad, señalándome como enferma mental.Y lo más increíble de todo, es que personas que aparentan ser muy respetables y decentes, como un Archivero judicial, se prestan solícitamente para cometer el delito de usura, de obstrucción, o de lo que sea que le hayan pedido, sin siquiera arrugarse; engrosando la lista de influencias corruptas que luego son defendidas y amparadas por Instituciones que deben encargarse de hacer cumplir las Leyes.La red de corruptos, en mi caso, la lidera un comisario de la Policía de Investigaciones llamado J. S. S. quien para vengar a su hermano, un ex arrendatario “visitador médico” llamado C. S. S. que denuncié por golpeador, ladrón y calumniador; se dedica con ahínco a implementar las prácticas usadas por su Institución la PDI, ex CNI, ex DINA; no sólo para hostigar, acosar o amenazar; sino también para violar mi domicilio día tras día en mi ausencia, contando lógicamente con la colusión de conserjes y administradores del Edificio en el que vivo. Si son capaces de coludirse con un Archivero judicial, cómo no hacerlo con Conserjes y Administradores.Y la Justicia?? Bien gracias.
Autor: E.N.