- Ñuñoa, Chile
- 17, Diciembre 2013
- Número: 267233
Jardín Infantil Niños Dorados
Lejos de lo prometido
PRESENTE
Escribo esto sólo con el fin de compartir nuestra experiencia como padres con el Jardín Infantil Niños Dorados. Es probable que alguien pueda diferir con mis comentarios, sin embargo, la idea es exponer los motivos que nos llevaron a la determinación de retirar a nuestra hija del jardín.En abril de 2013, a la edad de 7 meses nuestra hija ingresó al nivel sala cuna menor. Ella se encontraba con un desarrollo pondo-estatural y psico-motor adecuado a su edad.Nos interesó el jardín por su infraestructura, era todo en un sólo piso, jardines bonitos, juegos infantiles, todo muy colorido y alegre, clases de yoga y cámaras de acceso web. Además, tenía un corte espiritual que se refería a las energías y los chakras, que nos pareció muy interesante, para ser practicado con los niños. Lo único que no nos gustó fue que los pusieran a ver dibujos animados mientras esperaban entrar a su sala (1 ahora aprox.) y el aseo del piso, que era deficiente.Debo decir que en esta búsqueda de jardines infantiles excluí a toda la red Vitamina, por los pésimos comentarios que recibí de ellos (por favor, ver comentario al final).Los dos primeros meses en “Niños Dorados” transcurrió todo sin sobresaltos, excepto por una que otra renuncia del personal parvulario (una correspondía al nivel de sala cuna) y comentarios de otros padres que alertaban una alta rotación del personal. Estábamos muy conformes, el equipo era bastante bueno, a pesar que nos extrañó la idea de que tuvieran sólo 3 educadoras a cargo de sala cuna sin ningún técnico. La directora argumentaba que esa era la mejor manera de cuidar a los bebés y le creímos.Entretanto, mi marido asistió a uno de sus seminarios de sanación de una agrupación llamada “Luz Dorada” que rige el jardín infantil del cual prefiero reservarme comentarios. Lo que sí podemos decir es que lo expuesto en esa ocasión no se practica en lo absoluto en el jardín infantil (sala cuna), ya que requiere tiempo y espacio del que no se dispone. Además, no se relaciona con los contenidos educativos de la JUNJI, ya que no tiene establecido un programa real.En junio de 2013 nos sorprendió la renuncia de dos educadoras, una de ellas la más brillante del equipo (llevaba menos de 6 meses trabajando ahí). Al ser consultada no nos quiso dar razones, aunque después de mucho insistir nos comentó que el trato recibido por la directora del jardín era terrible y que además sentía que no se estaba desarrollando profesionalmente, ya que no se podía ejercer las labores inherentes a una educadora cuando a la vez se tenía que encargar de las labores de técnico. Sumado a esto, el hecho de que no se establecieron roles claros en el equipo, porque habían tres educadoras (todas estaban “a cargo”).Nos preocupó la situación y solicitamos una reunión con la directora. Ella se excusó en la inmadurez, falta de compromiso y profesionalismo de las educadoras. Habló muy mal de ellas. Le preguntamos por el plan de contingencia y no supo qué respondernos. Sólo nos pidió paciencia y nos propuso la presencia de una educadora de otro nivel a ratos, para paliar la ausencia de las dos educadoras. Dijo que era imposible comprometer fecha para nuevas contrataciones y se negó a nuestra propuesta de contratar una educadora por nivel (sala cuna menor y mayor) más sus respectivos técnicos. Le preguntamos por cuál era el “mea culpa” que ella hacía como directora y dijo que era ser tan maternal y afectiva con el personal (¿?).Después de esto, en un plazo de 4 meses, pasamos por una rotación de personal, de al menos 3 educadoras y 2 técnicos que renunciaron (sin contar los de los otros niveles). Los niños estaban al cuidado de 1 educadora solamente y a veces existía 1 o 2 técnicos o educadoras apoyando. Por las cámaras web (que vivían con desperfectos) se apreciaba que las actividades se iban reduciendo a las salidas al patio, ya que en la sala los niños no eran capaces de estar ordenados, cada uno siempre estaba por su lado, no se veía un control o dominio en la sala. Consultadas las educadoras renunciadas y otras que aun siguen trabajando ahí, confirmaron las quejas manifestadas por la primera, quien habló de malos tratos de la directora.mi hija ha sido siempre estimulada por nosotros, sin embargo, notamos un descenso en su desarrollo, estaba más bien tranquila que exploradora y curiosa como era habitual en ella. Empezó a llegar muy sucia, con su potito lleno de hongos e irritado (le cambiaban el pañal 4 a 5 veces en el día). Le reclamamos a las educadoras de turno y todas nos decían que no les traspasaron la información de cuál era la forma en que se mudaba a mi hija (porque su piel tiene tendencia atópica), pero que se corregiría. No le estimulaban la marcha ni el lenguaje, por las cámaras noté que mi hija deambulaba por la sala arrastrándose, pero sin actividades específicas. Pensé que era parte de la libertad que se le daba a los bebés.Volvió a ocurrir lo de los hongos e irritación, pero esta vez mi hija se rascaba con desesperación. Se le enviaron reclamos por e-mail y en forma verbal a la directora, consultándole cuándo tendría el personal completo en el nivel sala cuna, para que no siguieran ocurriendo estas negligencias, que a juicio nuestro eran producto de una muda rápida y despreocupada. Sólo recibimos promesas de mejora y amables invitaciones a retirar a nuestra hija del jardín, textual “si no les gusta, quedan en la libertad de buscar otro jardín para su hija”.Finalmente ocurrieron dos episodios que nos llevaron a tomar la determinación de retirar, en septiembre de 2013, a nuestra hija del jardín.1) Hongos e irritación con restos de fecas y llagas en el potito de mi niña (tuvimos que sacar fotos y mostrárselas a la directora, porque antes puso en duda la veracidad de los hechos). Esta vez le lavaron mal sus genitales y le pusieron la camiseta dentro del pañal, lo que nos llevó a solicitar las grabaciones de la muda, donde constatamos un trato brusco por parte la técnico de turno y un lavado desprolijo (la muda tardó más de 15 minutos lo que nos pareció excesivo). La directora nos dijo que no podía estar pendiente de las mudas de mi hija en particular y que no podía hacer que las mudas duraran más tiempo (¿?).2) A la edad de 1 año, 2 meses le dieron a comer torta producto de la celebración de un cumpleaños. Antes ya le habían hecho comer chocolate y manjar. Esto nunca fue notificado ni avisado en forma previa, teniendo que darnos cuenta a través de las cámaras web (que afortunadamente esta vez sí estaban funcionando). La directora y la educadora de turno nos dijeron que era parte de la dieta normal de un niño de esa edad (rato después se retractaron y cambiaron la versión), que habían niños a esa edad que hasta comían ceviche y no les pasaba nada. Luego, de una manera sarcástica, me pidieron que les enviara un listado de lo que podía comer mi hija o no, según mi criterio. Yo les envié un artículo de alimentación saludable emitido por la Clínica de la Universidad Católica.Sostuvimos innumerables reuniones con Paola Montecino, la directora de este jardín y notamos que personaliza los reclamos como ataques personales, carece de liderazgo y organización, es incapaz de resolver un problema inesperado o fortuito y de reconocer oportunidades de mejora. Pierde la paciencia fácilmente y se exculpa de todo, cuando se le solicitan soluciones. Me parece insano tener en un ambiente así a mi hija.Nos reunimos también con la sostenedora del jardín, Carolina Ortiz Lertora, quien manifestó su completo apoyo a la directora, quien además anunció que Paola entraría a formar parte de la sociedad que controla financieramente el jardín infantil. Además, fue la única que acogió alguna de nuestras sugerencias, como por ejemplo, contratar técnicos para asistir a las educadoras.Por la desesperación y cercanía con mi trabajo, no me quedó otra que matricular a mi hija en el jardín Vitamina Vitacura (septiembre de 2013). El resultado ha sido sorprendente y más que satisfactorio. Comenzando por su directora, que es líder, proactiva y muy eficiente. Las educadoras y técnicos son muy comprometidas, y a pesar de que la directora no negó el hecho de la rotación del personal, en los tres meses que lleva mi hija ahí, no ha renunciado nadie en ningún nivel.En cuanto a mi niña … nunca, pero nunca ha vuelto a llegar con hongos ni con irritaciones severas (y eso que las mudas son 2 ó 3 veces en el día). Su desarrollo se incrementó fuertemente, volvió a ser la niña alegre, curiosa y exploradora de antes. Las inquietudes que han surgido en el camino, han sido tratadas con la directora y resueltas en forma satisfactoria y eficiente.
Autor: M.R.