- Ñuñoa, Chile
- 27, Diciembre 2013
- Número: 268213
Rodelbahn
Accidente
PRESENTE
Hoy fuimos a Rodelbahn con mi pareja y mi cuñado de 7 años que estaba de cumpleaños. Primero subió él y mi pareja en un carro y yo en otro. Luego ellos repitieron la experiencia. Les gustó mucho, especialmente a él. Ellos anduvieron mucho más rápido que yo y mi cuñado quería mostrarme que se podía andar más rápido. Las personas encargadas dijeron que recomendaban bajar la velocidad en las curvas, pero que no era indispensable. Mucha gente hablaba de la velocidad que se podía alcanzar. Así que logró convencerme de que subiésemos una vez más, ahora yo con él. Así que nos subimos. Debo confesar que le dejé el control a él de la velocidad, pero siempre atento a lo que ocurría. Así al principio fue frenando bastante y luego fue soltando el freno, con lo que el aparato acelera. Pasamos varias curvas bien, pero en una algo pasó (no tengo claro qué) y el carro subió más de la cuenta en el borde. En un momento mi cuñadito comenzó a salirse del carro hacia fuera, pudiendo salir bastante lejos por la velocidad. Yo atiné a abrazarlo fuerte, su cuerpo salió hacia fuera del circuito. El carro seguía andando rápido, y tuve que agarrar la palanca del freno con los pies (mientras no lo soltaba). Ahí nos bajamos y él estaba con un golpe en la frente que se le convirtió en un gran chichón, golpes en las rodillas y en el codo. Yo también salí con heridas de quemadura en codo y mano, por la fricción al sujetarle. Dejé el carro fuera del circuito para que el que seguía no tenga problemas. Bajamos caminando y al llegar dijimos que habíamos tenido el accidente. Un caballero atinó a curarnos con alcohol. Luego le dijimos que correspondía que nos devuelva el dinero de esa vuelta, pues tuvimos el accidente y ni si quiera logramos hacer el recorrido completo. El caballero se enojó en ese momento, hablando en un chileno bastante malo, mezclado con alemán. Dijo que los chilenos somos unos frescos, que como se nos ocurría tal cosa, y que si queríamos reclamar él tenía un buen abogado que nos ganaría cualquier juicio. Luego salimos de la caseta y se acercaron otros hombres que trataban de decir que no tenían responsabilidad. Como no nos íbamos el alemán salió y dijo "qué hacen todavía acá" y al parecer llamó a alguien más. Ahí llegó una señora mucho más atinada pero también agresiva. Se ahí recién se preocupó por el niño, haciéndole un par de preguntas, y nos dijo que había un seguro y que tenían cámaras (las que no nos iban a mostrar). Pero que los pagos estarían sujeto a lo que las cámaras dijesen y lo que la aseguradora acepte (que como vi recién en este portal es complicado y precario). Ahí nos devolvió el dinero de esa vuelta y anotó este pago para registrarlo.Me parece que dentro de todo tuvimos suerte, pero el riesgo fue muy alto (imaginen el niño salía volando en la curva). Las instrucciones y las señalizaciones no dan cuenta del peligro potencial de este juego (abierto a los niños pequeños) y la administración es bastante agresiva, despectiva, anti chilena, y por otro lado sin protocolos para accidentes, a sabiendas de que el recorrido es peligroso. Por último fuesen más amables, preocupados, que te lleven a un servicio de urgencias o algo. Ellos saben que pueden ocurrir estas cosas y no han aumentado sus medidas de seguridad ni las señalizaciones.
Autor: G.S.