***o por parte de el o los garzones

Mi nombre es Germán A. Z. (Médico Radiólogo), junto con mi señora P. V. (Empresaria) y un matrimonio de amigos, fuimos a cenar al restaurant GRAN MUSEO PERUANO (Lo Gallo 1766, Vitacura) el día 3 de junio del presente año. Luego del consumo del primer pisco sour, tres de nosotros (los que tomamos pisco sour) perdimos la conciencia prácticamente en su totalidad. Mi señora y yo amanecimos en nuestro domicilio tras el rescate de un amigo, sin celular sin llaves del auto, con una compra fraudulenta realizada en Ripley.com por $1.800.000 con la tarjeta de crédito de mi señora y con las claves bancarias cambiadas.El delincuente de alguna forma logró desbloquear el teléfono a las 2:00 AM de dicha noche, lo que me permitió hacer el rastreo de éste, el cual aparece localizado a dos cuadras del restaurant en calle Fidias 7961, Vitacura. Hechas las averiguaciones del caso, dicha casa es propiedad del dueño del restaurante, Sr. P. Vega. Me comuniqué con él y luego de algunas horas me confirma que uno de sus garzones había “tomado” mi celular y me lo devolvió ante carabineros (sin chip y con manipulación de los datos de éste). Cinco días después, el señor V. me confirma que había “aparecido” la llave del auto en el baño del restaurant, sin embargo, por la compra fraudulenta y el cambio de claves bancarias nunca se pronunció.Sin lugar a duda fuimos víctimas de una sumisión química, probablemente causada por escopolamina (Burundanga) en el pisco sour, en un reconocido restaurant de la comuna de Vitacura, con el objeto de ser robados y ********s por al menos uno de los garzones de dicho local. El día 4 de junio, realizamos la denuncia a la fiscalía de Las Condes a través de carabineros (Parte N°1.258).Escribo el presente comunicado para que quede constancia de lo que nos pasó en el restaurant GRAN MUSEO PERUANO y así usted tome las precauciones del caso.