Este reclamo tiene más de seis meses de antigüedad
  • Antofagasta, Chile
  • 23, Mayo 2022
  • Número: 896362

Línea 103 Transporte Público De Antofagasta

Mal trato por parte de conductor de línea 103 de antoagasta a pasajero.

SEÑORES línea 103 transporte público de antofagasta

PRESENTE


El día viernes 20 de mayo de 2022, siendo entre las 06:40 a 06:45 horas de la mañana, hago parar la liebre de la línea 103, desconozco su placa patente y número de máquina, en la esquina de Huamachuco, con Avenida Bonilla, (En el semáforo de Pablo Neruda). Con dirección norte, por avenida Huamachuco, pero, que se dirigía hacia el sur, por lo de los recorridos con vueltas y retornos.Al parar el conductor, me subí dándole las gracias por haberse detenido y, acto seguido, pagué mi pasaje. Luego, me instalé, de pie, en el pasillo detrás del conductor, entre la primera y segunda fila de asientos, porque, en la parte de atrás del pasillo ya había bastante gente y yo me bajaría en la parada de Pedro Aguirre Cerda con Juan Bolívar, donde se encuentra ubicado el supermercado Unimarc, lo que, en distancia, es considerado relativamente cercana desde el lugar donde lo tomé.Yo me dirigía a mi trabajo portando un bolso tipo maleta con ruedas, un poquito mayor a la maleta más pequeña de mano, pero, considerablemente de menor tamaño que las mochilas de camping, la cual mantenía sujetándola, lo más al margen del pasillo posible, sin incomodar a las personas que iban sentadas y tampoco interrumpiendo el paso hacia atrás por el pasillo.Transcurrieron alrededor de cuatro cuadras sin ningún tipo de problema, pero, al pasar la feria Juan Pablo Segundo en dirección sur, se sube un pasajero y el conductor solicitó a la gente que se corriera hacia atrás, lo que yo no hice porque me bajaría luego y no podría hacerlo por atrás debido a la aglomeración de los pasajeros, sin embargo, las personas que subieron pasaron hacia atrás sin ningún problema, y ni siquiera era yo un impedimento para que los pasajeros pasasen hacia atrás. Cabe mencionar que no soy de contextura gruesa ni, tampoco una persona maciza como para bloquear el pasillo de la liebre en las condiciones ya mencionadas.Vuelven a subir dos o tres personas más en Huamachuco en el sector del Colegio Don Bosco y el conductor vuelve a solicitar lo mismo, pero esta vez, se dirige hacia mí empleando un tono autoritario, imperativo y de volumen alto. Yo le contesté, cuidando de no subir mi tono de voz, que no podía irme hacia atrás porque bajaría sólo un poco más allá, y que la gente estaba pasando hacia atrás sin problema alguno.En ese momento la gente llegaba hasta la mitad del pasillo desde atrás hacia adelante y, obviamente, me costaría muchísimo bajar por la puerta de atrás, importunando e incomodando a los pasajeros que allí se encontraban bastante agolpados, mientras que allí, donde me encontraba, no molestaba a nadie, no bloqueaba el pasillo y los pasajeros que subían, pasaban sin ningún problema hacia atrás. A la única persona que le molestaba mi presencia allí, era al señor conductor, que empezó a levantarme la voz y a decirme que tenía que correrme hacia atrás. Yo le volví a responder que me bajaría más allá, en el Unimarc de Juan Bolívar con Pedro Aguirre cerda, y que hasta allí solo quedaban algunas cuadras, que faltaba muy poco para bajar.El conductor, nuevamente, con un tono de voz de bastante alto, no gritando, pero sí, en un tono enfático, de enojo y muy alto me dice: “La bajada es por atrás”.Yo le respondo que llevo el bolso del trabajo y que la gente no me va a permitir bajar fácilmente por ahí. Él me vuelve a hablar en tono elevado que “La liebre no es para llevar maletas. El transporte público no es para llevar maletas. Para eso tiene que tomar un taxi”.En ese momento, yo le solicité, siempre poniendo cuidado de no elevar mi tono voz, que no me levantará el tono de voz, que no tenía por qué hablarme de esa manera y que donde me encontraba situado no estaba estorbando ni molestando a nadie.Este señor siguió, de manera enojada, autoritaria y con voz elevada, diciendo cosas y yo le volví a decir que no tenía por qué levantarme la voz ni hablarme de esa manera, también añadí que “la buena voluntad no se compra en un almacén o en un supermercado, simplemente se tiene o no se tiene, y si no se tiene, había que trabajar en ella para desarrollarla, puesto que, todo esto que acontecía era solo un problema de voluntad y de buen criterio por parte de él. En efecto no fue capaz de empatizar con mi situación y realidad en aquel momento.Como el conductor siguió hablando con voz elevada. Algunos pasajeros comenzaron a chiflar o silbar en forma suave y a reclamar tímidamente desde sus lugares. Fue en ese momento que yo le dije que iba a llamar al representante legal de la línea 103 para darle a conocer lo sucedido y expresarle mi malestar, y el chofer me responde, nuevamente enojado y exaltado: “¡Yo soy es representante legal de la línea!”; ante lo cual yo quedé muy sorprendido, por la forma en que el representante Legal de la Línea 103 de Antofagasta, me estaba tratando a mí, que soy un PASAJERO, UN CLIENTE RECURRENTE de este servicio.A razón de esto, yo le dije: “pues bien, entonces voy a poner un reclamo ante la seremi de transportes y él me respondió: “vaya al seremi de transportes y ponga el reclamo que quiera”. Y siguió hablando con enojo. Ante eso, yo decidí no seguir, ni escuchando, ni respondiendo a nada, simplemente me quedé callado ahí donde estaba. A esta altura, la liebre se encontraba en Juan Bolívar, en dirección Este, próxima al cruce ferroviario.La liebre avanzó, algo así como dos o tres cuadras grandes, desde el cruce ferroviario hasta llegar al supermercado Unimarc de Pedro Aguirre Cerda con Juan Bolívar y me bajé sin decir absolutamente nada. sin embargo, esta liebre no tenía claramente visible la placa patente ni el número de máquina en su interior, por lo que no pude tomar tales datos. Más aún, debido a que al momento de bajar, este señor, avanzó raudamente para virar hacia el norte en Pedro Aguirre Cerda, alejándose rápidamente, todo esto mientras intentaba tomarle una fotografía con mi celular, la que, por las condiciones mencionadas, salió movida y borrosa. Por lo que la única manera de identificar al conductor y su máquina sería por la fecha y el horario que pasó por el cruce de Avenida Huamachuco con Avenida Oscar Bonilla, en el semáforo de Pablo Neruda, haciendo uso del GPS que la empresa de transporte utiliza.en ningún momento levanté la voz a este señor, ni le proferí algún insulto, disparate, garabato o descalificación. En todo este altercado, mi único mal fue llevar mi bolso de trabajo, tipo maletín en mi mano y a este señor eso le pareció mal, considerando que iba yo situado, de pie, entre el primer y segundo asiento, detrás del conductor.Un conductor de la locomoción colectiva no cuenta con la prerrogativa legal para prohibirme subir a su máquina de trabajo con un bolso, que en ningún caso iguala en tamaño a las maletas de viaje. Pero que, a partir de esta Mala experiencia, es normal que pueda yo pensar que dicho conductor o sus colegas que hayan conocido lo acontecido, no quieran parar en dicho lugar al verme con mi bolso, con las consecuencias de atrasos a mi lugar de trabajo. Por lo demás, es normal o frecuente ver en la locomoción colectiva, trabajadores de la construcción que suben con sus mochilas, herramientas de trabajo, colaciones en otros bolsos anexos y hasta tinas (baldes), y nunca nadie les recrimina por aquello. Así mismo, otros trabajadores como vendedores y comerciantes ambulantes, suben a las máquinas con sus insumos de instalación, entre otras personas, inclusive viajeros con sus maletas de viajes que ubican en los asientos traseros de los micro buses o liebres, mochileros con sus mochilas, etc.Si yo hago uso de ese bolso, tipo maleta pequeña, con ruedas, es porque debo cargar materiales de uso docente, libros, guías de aprendizaje, pruebas o evaluaciones, corchetera, perforador de papel, borrador, plumones, entre otros, debido, a que no puedo cargar un bolso que, para cualquier persona, tendría un peso normal, pero para mí no, ya que padezco de un lumbago que no me ha abandonado desde hace más de dos años producto de cargar un bolso con los materiales señalados a diario prolongadamente por mi trabajo, y además padezco de enfermedad diverticular, la que, obviamente, sino tengo los cuidados necesarios o si hago fuerza prolongada, desencadena en un ataque de diverticulitis, con todas las dolencias y complicaciones que eso implica. Por ello, el uso de maletín con ruedas.Como profesor de Educación Básica, no cuento con los recursos económicos necesarios como para pagar un taxi diariamente que me lleve a la escuela donde ejerzo funciones docentes, tampoco puedo pensar en esa tarifa de ida y de regreso, y menos aún, en la posibilidad de adquirir un vehículo para no tener que vivir de continuo situaciones desagradables de parte de conductores que carecen de buena voluntad y sana convivencia social.La empatía, la buena voluntad, la cortesía, la amabilidad y el juicio criterioso, deben ser características irrefutables e inconfundibles de todas las personas que trabajan atendiendo o prestando servicio a personas, entre ellos los conductores de la locomoción colectiva. lamentablemente en esta oportunidad, esas características no estuvieron presentes en un conductor del servicio de locomoción colectiva, máxime, de quien dijo ser, el representante Legal de Línea 103 de la Locomoción Colectiva de Antofagasta.Sería muy bueno que se pudiera investigar esta situación y aquellas similares que afectan a los usuarios de este servicio y tome las medidas que estime conveniente para subsanar estas malas prácticas laborales que afectan a un sinnúmero de personas de todas las edades, por lo que hay una mala opinión publica respecto del servicio de locomoción colectiva en nuestra ciudad. Y para que no vuelvan a repetirse actos como este en contra de personas que requieren a diario hacer uso del Transporte Público.una solución a futuro para reducir estos impases, muy comunes en nuestra ciudad, sería la implementación o adquisición, por parte de los dueños de taxi buses, de liebres con la puerta trasera ubicada en el centro del largo de la liebre y no en la parte trasera como se observa mayoritariamente, debido a que el desplazamiento a lo largo del pasillo, por pasajeros que llevan bolsos grandes o mochilas en sus espaldas, siempre incomoda a las personas aglomeradas en los pasillos y también a quienes están sentados al costado del pasillo. En Antofagasta existe una máquina, liebre de la línea 112 con la puerta al centro, de la cual resulta muy cómodo, para los pasajeros, bajar de ella cuando está llena, tanto para las personas que están ubicados en la parte de atrás del pasillo como para quienes se ubican en la zona de adelante, cercana al conductor. Y, este tipo de máquinas no reduce la cantidad de pasajeros a transportar, pero sí, evita situaciones incómodas de desplazamiento al interior de ellas, lo que iría en directo beneficio de todos los usuarios del Servicio de Transporte Público Urbano.Además, en ese lugar donde tomo la liebre en las mañanas y durante el trayecto hasta que me bajo, soy testigo de que son muchos los conductores que no les paran a escolares, quienes posteriormente deben justificar atrasos con sus apoderados por la mera mala voluntad de conductores que no son capaces de empatizar con los y las estudiantes, y que, por lo demás, no recuerdan el tiempo en que ellos mismos fueron escolares.Asimismo, el servicio de locomoción colectiva cuenta con 4 minutos diferidos de máquina en máquina por un mismo punto o paradero, lo que tampoco se está cumpliendo porque, yo mismo he estado en este y otros paraderos esperando la locomoción colectiva y esta ha demorado hasta más de veinte minutos en pasar, muchas veces llenas, sin pararle a los usuarios clientes.También sería bien visto por los usuarios que hubiese una mayor fiscalización dentro del servicio y haya inspectores que observen cómo manejan y tratan a las personas algunos conductores de este servicio. No todos, pero muchos, frenan a tirones, paran seis, siete, hasta diez o más veces en una misma cuadra para tomar pasajeros y en muchas oportunidades, cuando van atrasados, pasan los cruces con luz roja, sin considerar que llevan personas y los peligros que ello implica.Por último, se hace muy necesario que la autoridad competente revise los recorridos del transporte público de nuestra ciudad, considerando que hay recorridos que dan muchas vueltas, retrocediendo o devolviéndose muchísimas cuadras para luego volver a girar hacia la dirección original, en que se supone que van (Norte o Sur), lo que muchas veces y, en un mismo trayecto es reiterativo, lo que hace que un trayecto que debería durar quince o veinte minutos, demore, no en pocas ocasiones, más de una hora, haciendo que la gente viva agotada entre sus trabajos y horas invertidas en los trayectos. Es de suma importancia para la autoridad, velar por la calidad de la vida de sus ciudadanos y ciudadanas.Si las liebres y, locomoción colectiva en general, tuviesen trayectos más directos, muchas personas no se verían en la necesidad de ir a sus trabajos o colegios de sus hijos haciendo uso del automóvil particular, por lo cual, habría más posibilidades de vías expeditas, ayudando a la descongestión de nuestras calles y avenidas.
Objetivo: Que se corrijan estas fallas Que se investigue la situación por parte de la Autoridad competente para que el conductor sea aconsejado al respecto y de reincidir en las mismas malas prácticas sea amonestado o sancionado. Y que, también la Autoridad revise la calidad del servicio del transporte Publico y/o locomoción colectiva en Antofagasta.
Autor: J.G.
Publicado el Lunes, Mayo 23, 2022 - 00:54. El autor de este contenido se ha identificado privadamente con su nombre, rut y otros datos aportados voluntariamente. Para tomar contacto con el autor considere las alternativas están a disposición. Las opiniones publicadas por los usuarios en el foro no reflejan necesariamente la opinión de los administradores.