En la vorágine de la compra de vivienda, el sueño de tener un hogar puede convertirse rápidamente en una pesadilla de papeleo y promesas incumplidas. Eso es lo que le sucedió a Pedro, un consumidor que confió en la Inmobiliaria Echeverría Izquierdo para la compra de su futuro hogar en el proyecto Mind, ubicado en la comuna de Ñuñoa.

Pedro firmó una promesa de compraventa en agosto de 2022, comprometiéndose a la adquisición de un departamento con un valor de 5.624 unidades de fomento. Logró pagar 4.124 unidades, pero en agosto de 2023 decidió desistir de la compra. Según la cláusula 9 del contrato, se le cobró una multa del 5% del precio total del inmueble.

Hasta aquí, todo parece estar en orden. Sin embargo, la inmobiliaria decidió unilateralmente que la devolución del dinero que Pedro había pagado se realizaría en seis cuotas mensuales, comenzando en noviembre. Este método de pago, lejos de ser cómodo para el consumidor, parece más bien una táctica dilatoria de la inmobiliaria.

El caso de Pedro pone de manifiesto la vulnerabilidad de los consumidores en el mercado inmobiliario. A pesar de haber recurrido al Sernac, la inmobiliaria aún no ha respondido a su reclamo. Este tipo de prácticas no solo perjudica a los consumidores, sino que también daña la reputación de la industria inmobiliaria.

Es fundamental que las inmobiliarias actúen con transparencia y respeten los derechos de los consumidores. No es aceptable que las empresas utilicen su posición de poder para imponer condiciones que perjudican a quienes confían en ellas para realizar una de las inversiones más importantes de su vida.

Esperamos que el caso de Pedro sirva de ejemplo para que las autoridades tomen medidas que protejan a los consumidores y aseguren que las inmobiliarias actúen de manera justa y transparente.

Margarita A.I.
Reclamos.cl