**La Odisea de un Consumidor: La Falta de Respeto en el Sistema de Salud Privado**
En un mundo donde el tiempo es oro, la historia de Marta, una madre preocupada que llevó a su hija a una consulta médica en IntegraMédica, nos recuerda la fragilidad de la confianza depositada en los servicios de salud privados. El pasado 16 de septiembre de 2024, Marta vivió una experiencia que refleja la desconexión entre el paciente y el sistema que debería atenderlo con respeto y dignidad.
A las 15:45, apenas quince minutos antes de la cita programada con el doctor Joel Grageda Ruiz, Marta recibió un mensaje de WhatsApp que anunciaba la suspensión de la consulta. La indignación es comprensible; no solo había cerrado su tienda, sino que también había invertido tiempo y recursos en un viaje desde la comuna de Lampa. ¿Cómo es posible que una clínica de renombre pueda permitirse tal falta de consideración hacia sus clientes?
Este tipo de situaciones no son solo un fallo logístico, sino un reflejo de una falta de ética profesional que mina la confianza del público. La cancelación de citas médicas con tan poco aviso no solo es una falta de respeto, sino que también evidencia una deficiencia en la gestión de los servicios de atención al cliente. Marta encontró un servicio al cliente vacío a las 16:00 horas, un detalle que agrava aún más la percepción de desinterés por parte de la clínica.
La experiencia de Marta es un llamado de atención para las instituciones de salud privada. Los consumidores, como Marta, son quienes sostienen estos sistemas y merecen ser tratados con la consideración que sus aportes económicos y su confianza demandan. La responsabilidad recae tanto en los profesionales de la salud como en la administración de las clínicas, quienes deben asegurarse de que sus procesos internos no solo sean eficientes, sino también humanos.
En conclusión, es imperativo que las clínicas revisen y mejoren sus protocolos de comunicación y atención al cliente. La historia de Marta es un recordatorio de que el respeto y la ética deben ser la base de cualquier servicio de salud, y que los consumidores no deben ser tratados como simples números en una agenda. La confianza, una vez perdida, es difícil de recuperar, y es deber de las instituciones trabajar arduamente para mantenerla intacta.
Margarita A.I.
Reclamos.cl