En el vertiginoso mundo de las plataformas digitales, donde la promesa de democratizar el acceso al mercado parece ser la norma, surgen relatos que nos invitan a cuestionar el verdadero rostro de estas empresas. Tomemos, por ejemplo, la experiencia de Javier, un emprendedor que intentó expandir su negocio a través de la popular plataforma de entrega de alimentos, Pedidos Ya.
Javier, como muchos otros pequeños empresarios, vio en Pedidos Ya una oportunidad para crecer. Sin embargo, lo que encontró fue un laberinto de trámites burocráticos y promesas incumplidas. Después de cumplir con todos los requisitos legales y financieros, y de firmar un contrato que, en teoría, debía proteger sus intereses, Javier se encontró con un muro de indiferencia y desdén. Los plazos acordados para comenzar a operar en la plataforma se convirtieron en una ilusión, y las respuestas a sus inquietudes fueron escasas y evasivas.
Pero lo que realmente indigna de esta experiencia es la sombra de la discriminación. Según Javier, Rodrigo Ibacache, representante de la empresa, insinuó que las oportunidades de negocio eran más accesibles para aquellos ubicados en sectores privilegiados. Esta actitud no solo es un golpe bajo para quienes luchan por surgir desde otras latitudes de la ciudad, sino que también revela un sesgo que contradice la esencia misma de estas plataformas: la igualdad de oportunidades.
Este caso nos invita a reflexionar sobre el poder que ejercen estas empresas sobre los pequeños y medianos negocios. Cuando una plataforma que debería ser un aliado se convierte en un obstáculo, es hora de replantearse el papel que juegan en el ecosistema económico. La responsabilidad social de estas empresas no debe ser un mero eslogan, sino un compromiso tangible y verificable.
Javier ha hecho un llamado a los consumidores: dejar de usar Pedidos Ya hasta que la empresa demuestre un verdadero compromiso con la equidad y el cumplimiento de sus contratos. Como consumidores, tenemos el poder de exigir mejores prácticas y de apoyar a aquellas plataformas que realmente fomentan el crecimiento inclusivo. En un mercado donde la competencia es feroz, la ética y el respeto deben ser los pilares que sostengan cualquier relación comercial.
Margarita A.I.
Reclamos.cl