Mal trato de conductores a estudiantes

Cuando los escolares (ya sea a nivel colegio/liceo o universitario) utilizan el transporte público es un juego de azar el saber cómo te irá a tratar el chofer. Personalmente, las micros que más me sirven para movilizarme son la 303 y la 304 desde Villa Alemana hasta más o menos a la altura de la Universidad Andrés Bello, y considerando el recorrido, son varios los estudiantes que utilizan las mismas. Las micros pasan de largo tanto al comienzo de la jornada escolar como al final y a conciencia ignoran a los estudiantes esperando en el paradero. Si uno logra subirse, recibe malas miradas o trato grosero como que no te devuelvan el vuelto, no te den boleto, o se nieguen a que te subas si pagas con $1000 o más.También los micreros colapsan el vehículo hasta el punto donde es dificultoso salir, e insisten en apretar a los estudiantes y que se "muevan" para atrás siendo que en la micro puede no haber ni un centímetro más de espacio. Cuando llega el momento de bajarse, se apuran y muchas veces jóvenes corren el riesgo de caerse o de quedar atascados a mitad de la baja junto con que se le caigan sus cosas, los conductores ante eso no hacen nada.Todo esto sólo alimenta la ya prominente ansiedad que se puede observar en los estudiantes.