Mal trato a niños

Queremos manifestar como padres la lamentable experiencia que tuvimos en el Jardín Los Querubines de Quilicura, actualmente denunciado ante la superintendencia de Educación debido a que nuestro hijo en 2 oportunidades nos contó que las tías le pegaban y le decían garabatos.La primera vez que nuestro hijo nos contó que una tía le había dado una cachetada se lo comentamos a la educadora de su nivel (medio mayor) Tamara Retamal (quien además es la directora y sostenedora del Jardín), ella al día siguiente nos dice que revisó las cámaras y que no había nada, nosotros ilusamente creímos en su palabra y lo dejamos pasar. Luego nuestro hijo nos contó que la tía Ornella (hermana de Tamara) le decía garabatos, también lo dejamos pasar, pero la tercera vez que contó que la tía Tamara le tiró la oreja pedimos la revisión de las cámaras. Al día siguiente me manda por WhatsApp un extracto del video en donde no aparecía la secuencia completa, justo lo cortaba en la parte que queríamos ver, por lo que le informé que mi marido iría a revisar las cámaras en su horario de colación, Tamara accedió y le mostró diferentes extractos del día hasta que llegó a la parte que nos interesaba ver y nuevamente cortó el video y lo adelantó, cuando mi marido le pide retroceder para ver la secuencia completa Tamara se niega, dando como excusa que debíamos solicitar la autorización de los demás padres para seguir viendo las cámaras, luego de negarse insistentemente durante media hora mi marido decide llevarse a nuestro hijo del jardín y no enviarlo hasta la revisión de las cámaras, ya que como ella nos solicitaba, pediríamos la autorización en la reunión virtual de apoderados que estaba agendada para la semana siguiente. Tamara me llenó mi whatsapp de mensajes al yo encararla por no habernos mostrado la secuencia completa de las cámaras, señalando que nuestro hijo era mentiroso, que debíamos creerle a ella y no a un niño, refiriendo recién en ese momento que nuestro hijo era agresivo y que le pegaba siempre a sus compañeros, como queriéndose agarrar de ese fundamento para justificar su actuar, ya que nunca antes nos había comentado lo de las supuestas agresiones de nuestro hijo, siempre se le consultaba como estuvo en el día y nos decían que bien. Conocemos a nuestro hijo y sabemos que no es así y aunque así fuese, eso no es justificación para que ellas como educadoras responsables de nuestro hijo lo golpeen o le tiren de las orejas.Al día siguiente de negarse a mostrar las cámaras realizamos la denuncia en la superintendencia de Educación y al llegarle a Tamara la notificación de la denuncia decide sacarnos de la aplicación Kidsbook (agenda virtual) y no enviarnos el link para la conexión a la reunión, por lo que no pudimos participar de ésta, ni conseguir la supuesta autorización de los padres para ver las cámaras. Al sacarnos unilateralmente como apoderados se le pidió, en su rol de directora, la devolución de la matrícula y de la mensualidad de ese mes, lo cual nos negó argumentando que nosotros firmamos en el contrato que no había devolución del dinero, sin embargo, ellos como Jardín tampoco cumplieron su parte del contrato al no garantizar la seguridad e integridad de nuestro hijo. También en su rol como directora se le pidió nos enviara el reglamento interno, el cual nos negó en reiteradas ocasiones (nunca se nos envió al matricular a nuestro hijo). Nosotros al denunciar el primer hecho de agresión, ellos como Jardín debieron haber activado los protocolos para estos casos y haberse autodenunciado ante la superintendencia de Educación, lo cual nunca sucedió.Si saco nuestro caso a la luz es para que los padres que tengan a sus hijos en el Jardín Los Querubines pongan ojo y les crean a sus hijos a la primera cuando les dicen las cosas, lamentablemente muchos niños no cuentan lo que les sucede en el Jardín o aún no saben hablar para expresarlo, es por eso que ante cualquier duda consulten y ante cualquier negación a mostrarles las cámaras denuncien. Investigando después pillé un par de casos similares, el jardín ya estaba funado de antes.No se imaginan la angustia y la culpa que sentimos al no creerle en una primera instancia a nuestro hijo, no se imaginan la rabia e impotencia que tenemos ya que aún no conseguimos ver las cámaras. Tamara ha mentido en los WhatsApp y mails que me ha enviado a mí y a la superintendencia, según ella la grabación se encuentra en manos de la superintendencia de Educación, pero con todas sus actitudes dudamos que la haya mandado completa. Por otra parte, tampoco nos han contactado de la superintendencia para aportar más antecedentes, ya que la denuncia la hicimos por internet y solo se nos notificó que la denuncia había sido admitida a tramitación hace ya más de un mes.