Griterío habitual en pleno supermercado

Uno entiende que en ciertos lugares haya bullicio por todo lo que involucra un espacio comercial, pero ya logra destacar lamentablemente algunos (no todos) ciudadanos venezolanos. Uno pasea por el jumbo entre lo pasillos y de repente pasan chicos con carros -me parece que son los que hacen las compras de Internet (polera negra y/o verde de jumbo)- que gritan de un extremo a otro y para ellos es tan normal. Otros que llevan las compras a los domicilios (con poleras azules, generalmente hombres) también gritan en la bajada a los estacionamientos. Una vez los seguí y todos van a un lugar detrás del sector de cumpleaños y todo el día gritos, parece estación central o plena feria. Es una lástima, intenté ir en las mañanas a penas abren el local y es el único horario donde no hay tanta contaminación acústica pero lamentablemente no siempre puedo ir a esa hora. Después intenté pedir por Internet y la chica que me hizo mi compra no me escuchaba porque se sentía todo el griterío detrás, pero también no hay como ir una misma a hacer su compra pero me parece increíble como los lugares se transforman negativamente por ese caos de gritos y no puedo creer que no haya ninguna autoridad que les pida que no griten y lo siento pero es ese famoso acento que logra superar la bulla normal. Ya no es grato al jumbo de portal Ñuñoa ¡y tanto que me gustaba hacer mis compras ahí! Pero en serio, gritan en pleno supermercado. Con ninguna nacionalidad sucede eso más que con los venezolanos, pero sé que no son todos, pero igual su imagen por tantos años tan destacada ahora se analiza por unos pocos ya que ahora parece feria libre, especialmente el sector detrás de cumpleaños donde realizan las compras de Internet. Es lamentable, realmente me gustaba ir a hacer mis compras allá.