Despido injustificado de profesor de zumba

Hola Michael, Te mando este correo con el motivo de hacer un reclamo formal por el despido del profesor Julio Jara, realizaba las clases de ritmos, abdominales y Smart fight. Yo iba a todas las clases con él, los días lunes, martes, miércoles, jueves y sábados. Me presento, soy Priscila Neira, soy psicóloga y al igual que todas las personas soy una persona con problemas, con altibajos y emociones. Jamás me gustó el deporte, fui a diferentes gimnasios, diferentes clases y nada me gustaba. El año 2023 mi Pololo nos invitó a mi y a mi mamá al Smart fit de la sede los dominicos y conocí las clases de Julio, aunque la sala estuviera llenísima nos invitaba a pasar, incluso las alumnas se corrían para darnos un espacio y pasar un buen momento. Después me inscribí a este gimnasio, solo porque tenía ganas de ir a las clases de Julio. Mientras fue pasando el tiempo me gustaban mucho más las clases, ya que Julio es una persona motivadora, empática, tiene una energía impresionante. Yo soy independiente, por lo general las personas independientes trabajan solas, la mayoría de los días iba a la consulta que arriendo y solo conversaba con mis pacientes. Entonces, llegaba a la clase y me encontraba con toda la energía de Julio y de las alumnas, salía de esa sala renovada, sentía que era otra persona, salía feliz. Algo que no me había pasado jamás. Con el tiempo me di cuenta que se había transformado en un espacio seguro para mí, y además un espacio de psicoterapia. El profe nos decía “chiquillas, ustedes hacen la clase” y la verdad es que si, pero solo un 20%, ya que el entregaba toda esa energía motivadora, se nota en las clases que le encanta lo que hace. Desde que comencé las clases con Julio mi rutina cambió y como mi rutina cambió, también cambió la estabilidad de mi ánimo, bajo mi ansiedad, estaba menos irritable y cambió totalmente mi humor. Era un sentido de pertenencia muy grande, sentía que estaba dentro de un espacio que podía ser yo, y que nadie me iba a juzgar.Yo era de las alumnas que corría todos los días para alcanzar la clase, salía a las 18.00 pm, entonces tenía que correr a mi casa, cambiarme de ropa e ir. En mi vida, jamás estuve adelante porque me moría de vergüenza, pero cuando no iban algunas el profe nos decía “chiquillas, avancen hacia adelante, no tengan vergüenza, no va a pasar nada”, con el tiempo fui encontrando una seguridad física, mental, y emocional que no encontraba en muchos lugares. Esta es solo una historia, pero sé que hay muchas historias más. Muchas alumnas corrían para llegar a la clase, muchas alumnas viven lejos y venían a la clase, muchas alumnas sentían ese sentido de pertenencia que generó y nos entregó Julio. Te cuento todo esto para que sepan que despedir a Julio no es solo despedir a un simple empleado, están despidiendo a una persona con una calidad humana y de profesionalismo impresionante. También es despedir rutinas, despedir estabilidad en algunas personas y romper el espacio seguro que teníamos entre todos. Se que quizás como empresa no les importe porque para ustedes él es “ un empleado más”, pero me gustaría que tuvieran claro que no es un empleado más. A la mayoría de las alumnas, no nos interesan las clases grupales, nos interesan las clases de Julio. Por eso, el día de ayer 3 alumnas del gimnasio ya anularon la suscripción. Los problemas empezaron a ocurrir cuando el administrador Nicolás Muñoz llegó a la sede. Llegó hace 3 semanas y nunca se presentó con los alumnos que asistían a clases. Por la percepción de la mayoría de nosotras Nicolás persiguió al profesor para despedirlo, e incluso un día estaba haciendo máquinas y varias de nosotras observamos que Nicolás estaba criticando al profesor por la ropa que estaba usando (ropa deportiva)¿Hubiera sido bueno citarlo a su oficina? Obvio que sí, pero no lo hizo y lo “reto“ delante de las personas que estaban presente. Julio durante los 2 años que estuvo, nunca tuvo ningún problema con el antiguo administrador, Sebastián Vera, excelente profesional. Además, Nicolás Muñoz, no supo gestionar e informar a las alumnas que el profesor estaba despedido y cuando le decíamos que anularemos la suscripción se reía de nosotras y nos decía “llegará otro profesor“. Después de “hablar“ con nosotros y solo darnos excusas, fui a la sala de gerencia y lo vi riéndose como si nada hubiese pasado, pero para nosotras todo lo que esta ocurriendo es incomodo y doloroso. Desde que llegó Nicolás Muñoz el gimnasio he tenido un pésimo servicio y se que varias de nosotras opinamos lo mismo, incluso Sebastián se acercaba a conversar con nosotras, a Nicolás lo conocimos ayer, cuando reclamamos. Según el administrador, Julio cometió una falta grave, no obstante, el podría haber observado las encuestas, la cantidad de gente que el profesor llevaba al gimnasio, y tal vez haberle hecho una amonestación, pero no haberlo despedido de esta manera, sin ni siquiera dar una explicación, sin ni siquiera escucharlo. Las alumnas que fueron hoy a la clase del profesor firmamos una carta para pedir el reingreso del profesor Julio Jara a la sede los dominicos. Espero que como empresa, hagan algo al respecto.