- La Cisterna, Chile
- 30, Noviembre 2016
- Número: 405881
Evaluación, tratamiento y diagnóstico de enfermedad profesional
PRESENTE
Soy profesor con 34 años de experiencia. Recurrí a la ACHS en mala hora, pues las psiquiatras de PSICOMÉDICA me derivaron a la ACHS por agobio y subsecuente neurosis laboral. Después de casi dos meses hoy (10 de octubre-29 de noviembre) un médico general me acaba de decir que mi enfermedad es depresión y para ellos es una enfermedad común.En la bitácora de evaluación se dice que me examinó, al comienzo, un médico general. Un facultativo que solo se limitó a hacerme preguntas sobre mi problemática más personal que laboral..En otra instancia evaluativa, relativa a psicología, añaden que fui atendido por una especialista en psicología. Una dama que me hizo algunas preguntas generales y pasados diez minutos, me sugirió que fuera más conciso porque tenía muchos pacientes esperando, en consecuencia hube de retirarme por cuanto la profesional se puso de pie. Esa fue la atención profesional en psicología.Después fui derivado a psiquiatría a CETEP. Allí una señora psiquiatra me atendió en dos oportunidades, dejándome citado para el 6 de diciembre. Expresó su molestia, a mediados de noviembre, por no tener aún el diagnóstico de la ACHS, cuando, según ella, el plazo máximo son 30 días.La psiquiatra del citado organismo me derivó además a la ACHS para 4 sesiones de psicoterapia. Acudí personalmente, pues no dan horas por teléfono. Me tomaron mis datos y me dijeron que me llamarían para agendarme las sesiones. Nunca me llamaron. Pasaron los días y, preocupado, empecé a llamar a la paradisíaca mutual. Al final, después de llamar a distintas oficinas de la ACHS, que no sabían qué hacer ni qué responder, me derivaron a Medicina Laboral.Hablé con una dama que me tomó por enésima vez mis datos y me dijo que se comunicarían conmigo para agendarme las horas para la psicoterapia.Fui llamado la semana pasada para otra evaluación médica, que fue hoy 29 de noviembre. Tras esperar una hora en la ACHS de La Florida, me atendió un médico general para decirme que mi problema no era neurosis laboral, sino una enfermedad común: depresión, total en este país es común que la gente ande deprimida. Por cierto, tanto en la bienvenida como en la despedida, no hubo exámenes ni una evaluación médica como corresponde. Posteriormente, esperé media hora para que en un módulo una señorita me entregara los documentos que informaban formalmente la decisión de esta profesional comisión, a base de diversos diagnósticos, nombrando, entre otros, los acuciosos exámenes del médico general, de la psicóloga y de la psiquiatra, doctora que quedó sin poder lograr que yo tuviese mi psicoterapia y, subsecuentemente, la tercera atención con ella para el 6 de diciembre, quedó anulada ad eternum. Fue un teatro de tratamiento psiquiátrico y, por cierto, ella no me atenderá ni me dará de alta. De hecho, no creo que pregunte que ocurrió conmigo. Seré un paciente más en los archivos de su consulta.Por otro lado, las sesiones de psicoterapia quedaron solo en la buena intención de la psiquiatra y en mi deplorables recuerdos.Naturalmente, se colige que, para que se diagnostique neurosis laboral por agobio y menoscabo, hay que estar en un manicomio y haber sido agredido verbal y físicamente por las autoridades laborales.La palabra de un trabajador, por muy profesional que sea, no gravita antes estos divinos señores de la Comisión, que viven en una oscura nebulosa, secundados por las excelentes atenciones profesionales que describí anteriormente.Mi problema fue derivado a mi ISAPRE, la que, por diversas experiencias anteriores, procede a rechazar o podar toda licencia superior a 9 días.Como siempre, en estos 34 años de docente, tendré que ir al COMPIN para apelar a la resolución de la ISAPRE que, obviamente, recortará mis licencias.Volviendo a lo medular, me preguntó: ¿De esta manera poco profesional, incongruente, dispersa e irrespetuosa son atendidos los trabajadores por esta maravilla de Mutual? Imagino que situaciones análogas a la mía debe haber por miles. Seguramente muchos trabajadores deben sufrir el mismo tratamiento y ya están curtidos por los abusos patronales, de ISAPRES, MUTUALES, FINANCIERAS, BANCOS,CASAS COMERCIALES (LA POLAR), AFP'S , CONSULTORIOS,etc. Los asalariados han perdido toda esperanza de ser tratados, evaluados y diagnosticados profesionalmente, no solo médica sino administrativamente por estas idílicas Mutuales, administradas por el sector privado y sus gerentes de turno.Por cierto apelaré a la superintendencia de Salud.En conclusión,no hay que ser muy perspicaz para deducir que, tras estos dictámenes tan "profesionales", subyacen espurios intereses económicos: no pagar las licencias de los trabajadores, traspasándoles a las ISAPRES el "cachito", porque, a fin de cuentas, esta tremenda e "idónea" Mutual es, reitero,PRIVADA.Trabajadores, no crean en la hermosa publicidad de la ACHS, porque como dicen las Sagrada Biblia: "Por sus frutos los conoceréis".
Autor: E.D.