Negligencia médica

Que, con fecha 17 de octubre del año 2020, en horas de la noche mi madre G. V. Yañez, 69 años de edad, ingresa al Hospital de Parral, derivada del SAR Alameda, por motivos de vomitos con sangre y dolor abdominal, dónde se mantuvo en observación hasta poder realizarle un examen de endoscopia, ya que dicho centro de salud no contaba con ese tipo de servicio, por lo cual tuvimos que gestionar nosotros como familia en forma particular para que se realizará prontamente dicho examen, obteniendo finalmente una hora para este examen el día martes 20 de octubre del presente año, en centro de salud las T. de Linares, dónde el gastroenterólogo Dr. Cáceres, obtiene como resultado una gastropatia aguda erosiva cevera, úlcera duodenal en vías de cicatrización tipo forres III, además señala como sugerencia descartar obstrucción intestinal, ya que en su estómago existía un líquido de color oscuro y de mal olor, además de presentar fuerte dolor abdominal, llevando dicho informe médico de inmediato al hospital de Parral, recibiéndolo la doctora de turno V. Z. Gallardo, la cuál pese a la sugerencia del gastroenterólogo de descartar la obstrucción intestinal que mantenía mi madre con algún tipo de examen, ésta el mismo día 20 de octubre, en horas de la tarde, le da el alta médica, señalándonos a nosotros que estaba todo bien, que estuviéramos tranquilos y que no era necesario realizarle un escáner todavía para descartar la obstrucción intestinal, porque primero había que realizarle una endoscopia de control en unas dos semanas más y que el líquido de color oscuro y de mal olor que mantenía mi madre en su estómago, lo iba a ir expulsando de apoco a medida que pasara el tiempo, por lo que nosotros trasladamos a mi madre a su domicilio confiando en la palabra de un médico que ha estudiado y tiene la experiencia suficiente para obtentar el cargo de médico de turno del hospital de parral, comensando mi madre en la noche del día 20 de octubre, con vomitos con líquido de color oscuro y de mal olor, el que según la doctora mi madre debía expulsarlo de apoco a medida que pasara el tiempo, al día siguiente mi madre estaba muy mal, no recibía nada, por lo que la trasladamos en horas de la mañana al hospital de San Carlos, dónde de inmediato se dieron cuenta que mi madre se estaba descompensando y que tenía una obstrucción intestinal, ya que ese líquido que mi madre botana por la boca era literalmente caca, por lo que le realizaron exámenes y la pasaron de inmediato a pabellón, realizándole una cirugía de urgencia por peritonitis aguda, torción y rotura intestinal, además de otros procedimientos. Espero que esto no vuelva a ocurrir en el Hospital de Parral con nadie, ya que mi madre si no la llevamos al Hospital de San C. se nos habría muerto, espero tener una pronta respuesta de este caso.