- Providencia, Chile
- 21, Julio 2015
- Número: 336095
Soy la mama de una alumna, que elegi esta escuela para mi hija por el prestigio. Note a mi hija, luego de las primeras clases muy extraña, triste y nerviosa, percatandome que su profesor no le hablaba, no le daba instrucciones, solo dejaba que ella conduciera, no enseñandole nada. Como mama tome la decision de querer cambiarla, pero antes de eso preferi venir y hablar personalmente con el. Me parecio una persona muy pedante y con poca paciencia, y con poca pedagogia. Le dije que tuviera paciencia con mi hija, incluso le traje hasta un chocolate para que endulzara la vida, y tuviera paciencia, y que le explicara como manejar. A lo que el respondio que no le hablaba a los alumnos, porque habia tenido problemas, porque ellos se molestaban. Despues de este episodio, y conversandolo con mi hija, ella prefirio continuar con el mismo instructor, y yo como mama senti que fue solo por miedo. Pero la deje porque ya quedaban pocas clases, y en el horario que queriamos no habia disponibilidad, y pense que luego de hablar con el, las cosas podian cambiar. mi hija me conto, que cambio la actitud de no hablar, pero fue peor, porque ahora le hablaba fuerte y la retaba. Después de esta situacion, solo quedaban dos clases pendientes, las cuales decidió tomarlas con otro profesor, que al contrario de el otro si tenia pedagogia y paciencia. El problema es que mi hija sigue con una inseguridad al manejar, provocado gracias al temor que le genero este profesor. Si expuse esto, es porque no quiero que le pase a otras personas, porque el daño en mi hija ya esta hecho.
Autor: M.O.