Santiago, sábado 18 de abril de 2015Estimado Equipo Chilevisión;Saludo a ustedes y paso a informar el motivo de mi carta. En agosto de 2013 mi padre, don R. H. Malverde C. de 66 años de edad inicio su tratamiento para controlar un cáncer de próstata en estadio 7 con metástasis osteo blástica. Dicho tratamiento consistía en una medicación oral, una inyección hormonal cada 3 meses y controles con el urólogo tratante Dr. Heinz G. Nicolai. Confiando en la capacidad profesional de su hospital, mi padre asistió a todas y cada una de las citas siguiendo rigurosamente las indicaciones e instrucciones de su doctor. Este último, guiándose solamente por un examen de sangre, el antígeno prostático, comunicaba un positivo y normal estado de la enfermedad, sin agravamiento de ésta. Jamás le solicitó exámenes extras que notificaran la propagación de su patología a otros lugares del cuerpo, incluso cuando mi padre en reiteradas ocasiones alegó dolores agudos en su parte lumbar a lo cual el Dr. Nicolai respondía que de acuerdo a su cáncer, “NO DEBIA TENER dolor ALGUNO”, que esas eran “PURAS MAÑAS”. Sin embargo, el 29 de enero del presente año mi padre es atendido de urgencia por una obstrucción intestinal. Se le practica un scanner que arroja un desalentador pronóstico: metástasis hepática en acelerado progreso. Con este nuevo e inesperado diagnóstico mi padre acude a una cita con el Dr. Ángel Ortiz, oncólogo de su mismo establecimiento quien le solicita una biopsia hepática en el Hospital Clínico de la Universidad Católica. Una vez más, seguros que la salud de mi papá descansaba en personas profesionales y con criterio humano accedimos al procedimiento. Luego de aproximadamente 15 días de espera, se confirma la triste noticia. Aun abrumados por esto y esperando recibir guía de sus médicos tratantes y de todos los profesionales a cargo de la vida y muerte digna de cualquier ser humano, mi madre lo acompaña a iniciar su tratamiento paliativo. El 25 de marzo se le entregan las indicaciones de cómo supuestamente se ejecutaría éste. Entre todos los servicios obligatorios figuraba atención psicológica para el paciente y su familia y visita de un profesional de la salud a lo que sería una hospitalización domiciliaria. Cabe decir, que esta no fue opción sino decisión del hospital quien nos aclaró desde un principio “QUE LOS PACIENTES TERMINALES NO SE HOSPITALIZAN POR SER UNA CARGA Y OCUPAR EL LUGAR DE ALGUIEN QUE SI TIENE CURA, TODOS DEBEN MORIR EN LA CASA” Desde ese momento a la fecha mi padre ha ido en triste deterioro, SIN RECIBIR ATENCIÓN ALGUNA DE LAS supuesta QUE LA UNIDAD DE CUIDADO PALIATIVO ESTA OBLIGADA A BRINDAR. Ningún doctor, enfermera o técnico ha acudido a mi casa a entregarnos siquiera guía alguna de cómo será el proceso de agonía y muerte de mi padre. Lo que es peor aún, hace ya 5 días se desarrolló en él un INSTINTO SUICIDA que lo ha hecho querer brincar de la ventana del hogar, tomarse unas pastillas para acabar con su vida y auto infringirse daño con el mismo fin. Desesperadas por este comportamiento, la mañana del viernes 17 mi hermana y mi madre lo llevan al servicio de urgencia donde en tono de fastidio y desagrado PROHIBEN EL INGRESO DE mi padre EN SILLA DE RUEDAS Y CON DOLORES EXTREMOS A LA SALA, ESCUDANDOSE QUE NO SE ATENDERA A PACIENTES DESHAUSIADOS Y QUE SU INSTINTO SUICIDA NO ES PROBLEMA DE ELLOS. NO SE LE BRINDÓ ATENCIÓN, NO SE GUÍO A MI MAMA O HERMANA EN CÓMO AYUDARLO EN CASO DE TENER UNA CRISIS, MUCHO MENOS SE HA CUMPLIDO EL CUIDADO PALIATIVO QUE MI PAPA NECESITA. Considerando este maltrato, queremos como familia denunciar, reclamar y hacer pública esta situación para evitar que mas familias sufran esta misma falta de respeto y ética a quienes se jactan de decirse médicos y estar “AL SERVICIO DEL PACIENTE”. Destacamos que jamás pretendimos que se revirtiera la situación de mi padre, siempre tuvimos claro el desenlace de su condición pero si quisimos RECIBIR LA ayuda, COMPRENSIÓN Y EMPATÍA QUE CORRESPONDE A UNA FAMILIA QUE ESTA DESPIDIENDO A UN SER QUERIDO POR LO QUE HOY YA SABEMOS FUE negligencia, MAL SERVICIO Y ATENCIÓN DESDE UN PRINCIPIO. Esperando y agradeciendo la ayuda y respuesta de todos aquellos que reciban esta denuncia, saludamos atentamente a uds.Familia Malverde Barrientos.Persona a contactar: Srta. M. L. Malverde Barrientos.Hija del paciente, R.U.T: 17.329.xxx-xCel: 69186901Correo:
[email protected] PD: Se adjuntan fotografías de los derechos del tratamiento paliativo y diagnóstico de mi padre.
Autor: M.M.