En la búsqueda de una educación de calidad para sus hijos, los padres se enfrentan a innumerables desafíos. Uno de ellos es la elección del plan de estudios preuniversitario correcto, una decisión que puede ser complicada cuando los jóvenes aún no tienen claridad sobre su futuro profesional. Un ejemplo de esto es el caso de Juan, quien matriculó a su hija en el preuniversitario Cepech en diciembre de 2023.

Juan optó por un plan humanista, dada la indecisión de su hija en ese momento. Sin embargo, un mes después, la joven decidió que quería una carrera científica. Aquí es donde comienza la odisea de Juan, quien ha encontrado un proceso engorroso y desalentador para cambiar el plan de estudios de su hija.

La comunicación por correo electrónico ha demostrado ser ineficiente, con respuestas llegando con desfase y soluciones que caducan antes de que Juan pueda actuar. A pesar de su deseo de pagar la totalidad del nuevo plan de estudios, se ve obligado a repetir el mismo proceso burocrático una y otra vez.

La frustración de Juan se intensifica cuando intenta cancelar la matrícula y buscar un preuniversitario en otra institución, solo para descubrir que no puede hacerlo. Su experiencia con Cepech ha sido decepcionante, y su consejo para otros padres es claro: no crean en las maravillas que les prometen, especialmente si sus hijos aún no están seguros de su camino académico.

Este caso pone de manifiesto la necesidad de una mayor flexibilidad y orientación en los preuniversitarios, donde los jóvenes están tomando decisiones cruciales para su futuro. Las instituciones deben ser conscientes de que su papel va más allá de simplemente matricular a los estudiantes, deben proporcionar un servicio eficiente y efectivo que permita a los estudiantes explorar y finalmente decidir su camino con facilidad y confianza.

Margarita A.I.
Reclamos.cl