- Caldera, Chile
- 05, Abril 2015
- Número: 321509
Discriminación y mala atención a la tercera edad
PRESENTE
Hospital de La Serena San J. de Dios.Sr E. González.Ingeniero Comercial y Administrador Público.Director del establecimiento. Estimado señor:Por medio de la siguiente, quisiéramos hacer constar nuestra insatisfacción con respecto al trato de que fue objeto en el servicio de urgencias nuestro señor padre de 88 años, quien fue hospitalizado en dos oportunidades. Consideramos que a su ingreso al hospital estaba en bastante buenas condiciones y que si hubiese recibido atención oportuna y dedicada se podría haber recuperado. La primera ocasión en que fue internado, fue enviado a la casa por el médico sin atención primaria y sin las indicaciones necesarias para su cuidado, lo que provocó su rápido deterioro. Producto de ello, se vuelve a internar y nuevamente es atendido por dicho doctor, quien no le suministra los cuidados necesarios, ya que permaneció un día en urgencia, en que solo se le dio un mínimo de atención, y que, cuando realiza la visita médica a todos los pacientes de la sala, el médico pasa por alto a nuestro padre; por ello, a raíz de una complicación multisistémica fallece el día miércoles 25 de marzo 2015, estando internado en el sector de Medicina, a pesar de que en este sector se le administra un antibiótico de última generación para tratar de recuperarlo. Cabe la pregunta de ¿por qué este procedimiento no se realizó antes para evitar que su organismo se deteriorara? Nos preguntamos si esta desatención se debe a que es un adulto mayor y es discriminado en pos de atender a personas más jóvenes.Damos a conocer a continuación las acciones que realizamos para lograr por todos los medios su recuperación.• El jueves 19 de marzo llamamos a la ambulancia a las 7:00 de la mañana, con el fin de ingresar a nuestro padre al hospital. Los paramédicos lo estabilizan y sugieren que no lo traslademos, ya que al estar estabilizado y al estar el hospital congestionado de pacientes, sería devuelto a su hogar.• A las 13:00 horas del mismo día, llamamos al doctor particular quien lo estabilizó y evaluó. Le recetó antibióticos, solicitando examen de tórax para confirmar posible neumonía.• El viernes 20 de marzo a las 2:30 de la madrugada llamamos a la ambulancia, con el propósito de ingresarlo a urgencia, ya que le costaba respirar, saturaba 80, y estaba eliminando expectoraciones sanguinolentas. Recién a las 5:00 lo atendieron, quedó en box de ingreso. Recibió pésima atención del personal. Solo se le puso oxígeno. A las 5 se le hizo radiografía de tórax. El doctor diagnóstica neumonía y la receta que entrega es coincidente con la del doctor particular. Se adjunta documento. El único procedimiento que realizan es nebulizarlo, que figura en ficha. El médico no le administró ningún medicamento y es enviado al domicilio. Dado de alta a las 15:00 de la tarde. Regresa en auto particular.• Fuimos al SAPU José M. C. a solicitar oxígeno y se nos informó que no contaban con la cantidad suficiente y que solo el hospital lo podía suministrar. Indicaron que como nuestro padre era paciente del Hospital de La Serena, ellos eran los encargados de administrarlo. También, fuimos a INDURA y ellos indicaron que no arrendaban a particulares, porque tienen convenio con el hospital.• El sábado 21 de marzo se llama nuevamente al doctor particular. Lo evalúa y da orden de administrar oxígeno y nos contacta con un técnico particular para contratar máquina de oxígeno.• El lunes 23 se llama ambulancia y lo ingresamos a las 15:00 aproximadamente, debido a obstrucción.• El día 24 permaneció en urgencia, siendo ignorado completamente por el doctor, quien estaba de turno. A las 19:30 aproximadamente fue trasladado a Medicina.Nuestro padre no podía dormir y se encontraba muy cansado y aunque se solicitó a las enfermeras algún medicamento para inducir el sueño, lo negaron, porque el médico debía dar la orden. Cabe preguntarse ¿qué sucede con el médico de turno?Todas las acciones que realizamos fueron para darle cuidados dignos a nuestro padre y sentimos que es responsabilidad de todos los hijos que se precian de tal. Consideramos que se perdió tiempo precioso, ya que fue enviado a la casa sin atención primaria, sin las indicaciones necesarias como administración de oxígeno, un antibiótico endovenoso en vez de uno vía oral, que finalmente le administró el doctor particular y que obviamente es de absorción más lenta. La Misión del hospital es “Re¬cu¬pe¬rar la salud de las per¬so¬nas con ca¬li¬dad y efi¬cien¬cia”. El personal que trató a nuestro padre en muchos casos fue, a nuestro parecer, inexperto, en otras indiferente. No podemos medir la angustia y la desprotección que sintió nuestro padre al ver que todos los enfermos eran atendidos por el médico y a él lo omitía. Si bien comprendemos que nuestro padre estaba enfermo, no es menos cierto que hubiéramos esperado que hubiese tenido un trato digno, con “calidad humana”.Haciéndonos eco del oftalmólogo y bioeticista M. Kottow, autor del libro “El Padeciente: La medicina cuestionada. Un testimonio” podemos constatar en este hospital San J. de Dios las “perversiones del sistema de salud” y a nuestro padre “como víctima de lo que la medicina hace y deja de hacer”.Sin otro particular, se despiden atentamente los hijos
Autor: R.G.