- Río Ibáñez, Chile
- 31, Marzo 2018
- Número: 489268
Con mi marido hemos tenido bastantes problemas con el jardín “Bambi” de Río Ibáñez, XI región, pero con este último colapsé. mi hija tiene un año tres meses y llevo a mi hija desde que tenía 7 meses y medio a sala cuna.El día viernes 16 de marzo de 2018 llevo a mi hija a las 9:12 minutos, (el horario de entrada es de 8:30 a 9:30 y a las 9:30 le entregan leche) y le digo a la parvularia “Le pueden dar su leche a las 9:30 ya que tomó leche a las 6 de la mañana en casa, por lo que le correspondería una toma”, me quedo unos minutos para que tenga confianza, se entretenga y no llore y me retiro. A las 10:20 llamo por teléfono para saber cómo está y me dice la tía que hace poco que dejó de llorar, le pregunto si tomó su leche y me dice que no, porque no alcanzó el conteo que es a las 9:10, así que le digo que la iré a buscar. Mi trabajo está a una cuadra del jardín así que la voy a buscar en seguida para retirarla, llevarla a mi casa y darle su leche, cuando llego la veo todavía sollozando y con una mamadera vacía en la mano que no soltaba. Fue tanta mi rabia que solo la retiré, firme el retiro y me fui.Antes nunca me informaron que el conteo se hacía a las 9:10, no me llamaron ninguna de las tres tías que estaban, una parvularia y dos asistentes en sala cuna, con solo cuatro niños que asistieron ese día, contando mi hija, tampoco la directora, yo tuve que llamar. No me cabe en la cabeza como no se dieron el tiempo para avisarme que ya habían hecho el conteo cuando la fui a dejar y dejar a una bebé con hambre, esperar que yo pregunte, como tampoco entiendo como alguien puede darle una mamadera vacía a un bebé con hambre para que juege. Realmente no entiendo como pueden haber parvularias así. Soy profesora, por lo mismo no entiendo, ya que nuestra labor va más allá de formar.
Autor: C.O.