La experiencia de Clara, una consumidora de Natura Cosméticos, pone de manifiesto una realidad desalentadora. La empresa, reconocida por sus productos de belleza, parece haber olvidado la importancia de mantener la belleza en sus relaciones con los clientes.

El 6 de marzo, Clara hizo un pedido a través de la aplicación de la empresa. Una semana después, Natura canceló su pedido debido a la falta de disponibilidad de los productos solicitados. A pesar de la promesa de la empresa de iniciar el proceso de devolución de dinero (un total de $24.412) el 14 de marzo, Clara se encontró en un limbo financiero.

El 28 de marzo, después de ponerse en contacto con la empresa, le aseguraron que el proceso de anulación había sido aceptado y que debería contar con 10 días hábiles para la devolución del dinero, es decir, el 12 de abril. Sin embargo, el 8 de abril, cuando Clara llamó para confirmar esta información, la empresa pareció dar un giro de 180 grados. Le informaron que su pedido aún no había sido anulado y que no tenían una fecha establecida para la devolución de su dinero o la anulación del producto.

La falta de comunicación proactiva por parte de Natura es inquietante. Clara ha tenido que llevar la batuta en este proceso, contactando a la empresa en repetidas ocasiones para obtener información. Si Clara no hubiera tomado la iniciativa, aún estaría en la oscuridad sobre el estado de su pedido y su devolución.

Esta experiencia pone de relieve la importancia de la transparencia y la comunicación en las relaciones con los clientes. Las empresas deben recordar que, aunque los productos y servicios son importantes, el trato al cliente es igualmente crucial. Los clientes, como Clara, merecen ser tratados con respeto y honestidad.

Margarita A.I.
Reclamos.cl