En la era de la conectividad digital, es irónico y lamentable que un consumidor como Juan, deba luchar para deshacerse de un servicio de Internet que ha resultado ser menos que satisfactorio. Juan se ha encontrado atrapado en un laberinto burocrático de su proveedor de servicios de Internet, al que ha intentado dar por terminado su contrato sin éxito, a pesar de que la empresa promete una finalización formal del contrato en un día hábil.

El 28 de diciembre, Juan hizo su primera llamada para dar por terminado el contrato. Esperó pacientemente la respuesta prometida para el día siguiente, que nunca llegó. Incluso visitó la sucursal física de la empresa, pero sus esfuerzos fueron en vano. A pesar de sus repetidas llamadas y visitas, la empresa no ha cumplido con su deber contractual de ponerse en contacto con él para finalizar el contrato.

Lo que es aún más inquietante es que la empresa sigue cobrando a Juan por los días de espera, a pesar de su insistencia en dar por terminado el contrato. Esto no solo es una violación flagrante del contrato, sino también una falta de respeto hacia el consumidor.

Además, Juan ha señalado que el servicio de Internet ha sido insatisfactorio durante su periodo de suscripción, con frecuentes interrupciones del servicio. A pesar de estos problemas, la empresa ha mostrado una prontitud sorprendente para insistir en un cambio de titularidad del servicio, en lugar de atender la solicitud de Juan de dar por terminado el contrato.

Esta experiencia de Juan pone de manifiesto la necesidad de una mayor protección de los derechos del consumidor en el sector de las telecomunicaciones. Las empresas deben ser responsables de cumplir con sus obligaciones contractuales y de tratar a sus clientes con el respeto que merecen. No es suficiente ofrecer un servicio; ese servicio debe ser de calidad y los clientes deben tener la libertad de dar por terminado un contrato si el servicio no cumple con sus expectativas.

Esperamos que la empresa tome medidas inmediatas para resolver la situación de Juan y que este incidente sirva como un recordatorio para todas las empresas de telecomunicaciones de la importancia de respetar los derechos de sus clientes.

Margarita A.I.
Reclamos.cl