- Ñuñoa, Chile
- 01, Agosto 2016
- Número: 389323
Estimados:Soy un usuario frecuente de la autopista del sol, tanto así que regularmente compro la tarjeta de prepago, para agilizar mi paso por las casetas, que a diario realizo en hora punta. El jueves 28 de julio, a las 7:17 am, en la estación Padre Hurtado, me vi enfrentado a una desagradable situación, dado el nulo criterio de la peajista (3086). Le pasé 20 mil pesos para comprar una tarjeta de 11 mil. Me recibe los dos billetes de 10 mil y me devuelve inmediatamente uno, argumentando que no estaba en condiciones de recibirlo, puesto que se encontraba manchado.Le recibí el billete y al revisarlo me doy cuenta que la mancha que ella aduce es una leve coloración amarillenta, focalizada en un pequeño espacio, que para nada entorpece o dificulta la correcta visualización de números de serie, dibujos, relieves, etcétera. Le volví a pasar el billete y esta vez no lo quiso recibir. Claramente necesitaba adquirir la tarjeta, por lo tanto me quede esperando unos minutos, con la mano estirada, para que recibiera el billete. Los demás automovilistas comenzaron a tocar la bocina, a raíz de la demora del proceso. Mis dos hijos chicos comenzaron a ponerse muy nerviosos por la desagradable situación.De ser por mi, hubiera esperado todo el día parado en el lugar por una solución, pero por petición de mis hijos, debido a que podríamos llegar atrasados al colegio y a los bocinazos, que empezaban a aumentar en intensidad, le pedí a la peajista una tarjeta de 5 mil. Envié un reclamo a la autopista, por las vías de contacto de la página web, solicitando una explicación al respecto, pero no recibí respuesta.
Autor: C.P.