- Providencia, Chile
- 14, Mayo 2018
- Número: 498353
Mal atención durante parto
PRESENTE
Quisiera reclamar por la atención recibida durante mi primer parto con el propósito de crear conciencia entre los profesionales de la salud y que no le ocurra a otras personas. Yo también trabajé en hospitales y por primera vez supe lo que se siente ser un paciente, fue una Mala experiencia por la falta de empatía, preparación y sensación de prejuicio por parte del personal de salud. Primero que nada la Anestesista me dice "si no te quedas quieta no hay anestesia", yo estaba asustada por un parto normal y ella misma se dió cuenta durante esa noche que tenía baja tolerancia al dolor. Yo no sabía porque debía colocarme la epidural durante las contracciones las cuales me dolían mucho, tiempo después alguien me explicó que debe ser así para asegurarse que haga efecto ¿Costaba mucho explicármelo en ese momento?Durante la cesárea escucho a la misma anestesista decirle a su colega “ella está un poco alterada”, por favor un poco más de delicadeza y consideración con los pacientes. Todos somos personas.Luego en la pieza veo que mi hijo tiene una costra en la parte posterior de su cabeza del tamaño de la yema de un dedo, nadie me dio una explicación.Respecto a las matronas que me atendieron a mí, fueron muy amorosas y preocupadas, se tomaban el tiempo de aconsejarme respecto a mi proceso y a escucharme. Incluso una de ellas fue la que me aconsejó y enseñó a usar un extractor de leche porqué mi hijo no se acoplaba bien al pecho. Ella tuvo que enseñarme, porqué cuando llamé a las matronas de la sala cuna (me indicaron que debía consultarles a ellas), ninguna apareció. Yo puedo entender la falta de tiempo por tanto trabajo, pero también sé que uno estudia una carrera por vocación y servicio a la gente. Yo alguna vez hice uso de mi tiempo personal para enseñarle algo a un paciente.Además, quiero añadir las distintas indicaciones sobre lactancia materna de las matronas las cuales me dejaron muy confundida. Ya en el alta tuve una asesoría de lactancia con otra profesional quien me enseñó todo lo que necesitaba para un buen acople y extracción de leche materna. Créanme que es muy distinto a lo que hacen en la clínica, partiendo por que no se debe apretar la areola para que salga leche, lo cual me hicieron repetidas veces. Les pido capacitar a sus profesionales partiendo por los médicos para que todos hablen el mismo idioma y aprendan sobre la lactancia materna.Hubo una noche en que mi hijo tenía mucha hambre porque no se acoplaba bien a mi pecho, y tras la insistencia de mi madre acepte que le dieran un “suerito”. Yo estaba consciente de mi labilidad emocional, sé que lloré toda esa noche frente a las auxiliares porque no quería que le dieran suero o fórmulas lácteas sin necesidad alguna. Al día siguiente aparece el Neonatólogo contándome la historia del origen de las fórmulas lácteas, y que él estaba muy orgulloso de que todos sus hijos habían sido criados con fórmulas lácteas y sin ninguna gota de leche materna, y que no existían estudios sobre inteligencia y tipo de lactancia. Les dejo unos links al respecto: https://scielo.conicyt.cl/pdf/rcp/v88n1/art01.pdf https://onlinelibrary.wiley.com/doi/epdf/10.1111/apa.13139Si bien su intención fue decirme que las fórmulas lácteas no eran malas, hubiese sido mejor que conversáramos la posibilidad de darle una fórmula posterior a intentar con el pecho debido al riesgo de hipoglicemia y extensión de los días de hospitalización, lo cuál fue lo que ocurrió. Yo hubiese aceptado por el bienestar de mi hijo sin dudarlo. sin embargo, no priorizó la lactancia materna (con todos los beneficios que tiene para la recuperación de la madre y sin fin de beneficios para el niño). Lo que me molestó aún más fue la falta de conocimientos por parte del médico ¡Si partimos desde ahí que queda para abajo!Cómo sugerencia final, podrían coincidir los controles de la madre e hijo, ya que las pocas horas que se podían dormir y descansar eran interrumpidas.Este tipo de experiencias, dañan mucho a las personas y hacen a una dudar el querer tener más hijos, es un momento de mucha fragilidad emocional para la madre por lo que debe ser bien tratada, y considerada en las decisiones que impliquen el bienestar de su hijo sin ignorarla.
Autor: C.F.