En una sociedad cada vez más digital y dependiente de servicios de seguridad, es desalentador escuchar historias como la de Juan, un consumidor que ha experimentado un trato deficiente y una falta de respuesta por parte de la compañía de seguridad Verisure.

El caso de Juan es un claro ejemplo de cómo una mala gestión de la atención al cliente puede desembocar en una total pérdida de confianza. A pesar de su paciencia y perseverancia, Juan ha sido ignorado, mal informado y, en última instancia, defraudado por una empresa que debería protegerle.

El 22 de agosto, Juan solicitó el traslado de su equipo de seguridad a su nueva vivienda. A pesar de prometer una rebaja del 30% en su factura a partir de septiembre, Verisure no solo no realizó el cambio de domicilio, sino que tampoco aplicó el descuento prometido.

La comunicación continuó en noviembre, con la compañía prometiendo un reembolso por los meses de servicio perdidos. Sin embargo, esta promesa también quedó en el aire, sumándose a la creciente lista de incumplimientos.

Finalmente, el 7 de diciembre, Juan recibió una llamada de Verisure, solo para que le preguntaran lo mismo que antes y le informaran de una posible cancelación anticipada del contrato, sin tener en cuenta su experiencia previa.

El caso de Juan resalta la necesidad de una mayor responsabilidad por parte de las empresas de servicios. No solo es esencial proporcionar un servicio de calidad, sino también mantener una comunicación clara y efectiva con los clientes. En este sentido, Verisure ha fallado en ambas áreas.

En un mundo donde la seguridad es primordial, las empresas como Verisure deben recordar que su principal función es proteger y servir a sus clientes. La experiencia de Juan es un recordatorio de que, sin un servicio al cliente eficaz y confiable, incluso las empresas más grandes pueden perder la confianza de sus clientes.

Esperamos que Verisure tome medidas inmediatas para resolver esta situación y que historias como la de Juan no se repitan en el futuro. Porque, al final del día, sin clientes satisfechos, una empresa de servicios no tiene futuro.

Margarita A.I.
Reclamos.cl