El caso de Pedro, un consumidor que compró hace dos años un iPhone 13 Pro con el programa iPhone for Life de Maconline, ha puesto en el foco el debate sobre las políticas de recambio de los teléfonos móviles y las condiciones que las empresas exigen para que estos sean aceptados en sus tiendas.

Pedro, quien confió en la promesa de Maconline de poder optar a un recambio de su equipo al cumplir la cuota 24, se encontró con una desagradable sorpresa al ser informado por la empresa de que su teléfono no estaba en óptimas condiciones para ser recibido por ellos.

El problema, según Pedro, es que la empresa se basó en un criterio que no estaba explícitamente mencionado en el contrato de iPhone for Life: el porcentaje de batería del teléfono. Según Maconline, el iPhone de Pedro no cumplía con el porcentaje de batería exigido, una decisión que él considera unilateral y arbitraria.

Este caso pone en evidencia un problema que va más allá de Pedro y su iPhone. Es un problema que afecta a todos los consumidores que confían en las promesas de las empresas, solo para encontrar luego que estas pueden cambiar las reglas del juego a su antojo.

En su investigación, Pedro descubrió que el deterioro normal de un iPhone después de dos años de uso es del 20%, lo que significa que la batería debería estar al 80% de su capacidad. Sin embargo, Maconline exige una condición de batería poco realista considerando el producto que ofrecen.

La propia página de soporte de Apple establece que una batería normal está diseñada para retener hasta el 80% de su capacidad original después de 500 ciclos de carga completos, lo que significa que, cargándola una vez al día (lo normal en un iPhone), esto se cumpliría antes de los dos años.

Por lo tanto, la promesa de iPhone for Life y el recambio a la cuota 24 parece ser una publicidad engañosa.

Este caso debería servir como una llamada de atención para las empresas y para los reguladores. Las empresas deben ser transparentes y justas en sus políticas, y los reguladores deben garantizar que estas políticas se cumplan. Los consumidores, como Pedro, merecen un trato justo.

Margarita A.I.
Reclamos.cl