- Iquique, Chile
- 06, Febrero 2019
- Número: 561294
Conducta agresiva, exaltada e injustificada de encargado de bandejas.
PRESENTE
Hoy, 5 de febrero de 2019 concurrí al local Doggis de Mall Zofri, Iquique y recibí un trato en extremo pésimo, agresivo, injustificado y denostativo de parte del Sr. (Si así se le puede llamar) Milton Casish, encargado de bandejas, quien pasó a llevar a sus compañeras de trabajo y me recriminó la solicitud de cambio de un producto debido a que la cajera erró en la especificación. Cabe destacar que antes del episodio la cajera subanó inmediata y amablememte el problema, pidiendo al cocinero que retirara el tomate de un completo (lo que era importante porque lo consumiría una persona alérgica), pero al momento de armar la bandeja, mientras le explicaba a mi hija lo que pasaba, el suscrito gritó de forma violenta al cocinero que no hiciera lo que le habían indicado, para después tirar el pan sobre la bandeja vociferando "¡NO SEÑORA, LAS COSAS NO SON ASÍ, SE VA A LLEVAR LO QUE SALE EN LA BOLETA!; ante la respuesta le dije que lo habíamos arreglado, pero siguió gritando y burlándose, así que saqué el pan de la banjeda. La falta de respeto sobrepasó todos los límites, le pedí el libro de reclamos y salió brincando con ironía a buscarlo mientras decía más cosas, después le dije a la cajera que se tranquilizara y que al terminar de consumir lo pedido volvería a estampar el reclamo, cuando me iba él comenzó a gritar "¡CHAOOOO, CHAOOO!". Finalmente regresé y escribí todo (en hojas foliadas 000005, 000006 y 000007), mientras otras personas preguntaban en donde estaba el encargado de sus bandejas, porque esperaban hace varios minutos, se trataba de la misma persona, que "estaba en la bodega buscando super ocho para el helado", mientras la clienta explicaba que ella no había pedido helado, otra conducta extraña y cuestionable. Pasé un momento horrible, la situación me tomó por sorpresa, en ningún momento fui agresiva o descortés con el suscrito y él reaccionó de la peor forma, me sentí insultada y vulnerada en todas las esferas, además, me acompañaba mi hija, una menor de 9 años que presenció los gritos, la agresividad e irracionalidad gratuitas de alguien que tiene por función atender al público con respeto y trabajar en equipo sin pasar a llevar a sus compañeros. Con funcionarios así la franquicia deja mucho que desear, es lamentable que la imagen se dañe por la inconsciencia e irresponsabilidad de una persona.
Autor: A.A.