- Santiago, Chile
- 31, Marzo 2015
- Número: 320894
Discriminación y ostigamiento
PRESENTE
Decidí escribir dado que, lamentablemente, nunca tuve respuesta a mis inquietudes y peticiones, cuando era colaboradora del banco bci. Infortunadamente, me encuentro fuera de la Corporación BCI en la que permanecí 10 años, como ejecutiva proservice, destacándome siempre por mis excelentes resultados. Trabajé como ejecutiva premier un año y medio, aprendiendo en la práctica día a día y logré un buen desempeño tanto en las metas como en las evaluaciones de desempeño.Cuando asumió la jefatura Mauricio Bracchitta, hubo un deterioro inmediato en el trato y ambiente laboral propiciado por este último, lo que culmina en que actualmente me encuentro despedida. Mi experiencia con el señor Bracchita fue agobiante, su actitud discriminadora, intimidante, con todos, no sólo conmigo; me pidió que me fuera del banco, que renunciara, o que me volviera a proservice, que "si bien era una excelente vendedora me faltaban muchas otras condiciones", me amenazó en múltiples oportunidades y antes de irme de vacaciones en enero, me dijo que "si yo no me iba en el mes de marzo, él me desvincularía, que no deseaba trabajar conmigo, que la gente él la buscaba para ser parte de su equipo y no se las imponían", no perdía ocasión de enrostrarme que yo no era ingeniero comercial, cual si esto fuese delito, también me juzgaba por provenir de proservice; me llamaba la atención por mi dedicación al cliente en circunstancias que ésa era mi labor, ser cercana al cliente.sin embargo, Bracchitta, estaba plenamente conciente, y así lo manifestaba, cómo era mi desempeño del día a día, y también de mi absoluto compromiso y alineada con la corporación. Tal nivel de lealtad con la organización y por ende con mis jefes, pues un buen empleado enaltece al jefe, ciertamente merecía mejor trato. Es muy difícil, para cualquier empleado, vivir este nivel de acoso sin que ello afecte su vida y salud.Puse reclamos en BCI escucha, envié correos a la Socia de Negocios Paula Pumarino, en fin, toqué varias puertas solicitando mi cambio de sucursal. Nunca fueron respondidos.El no dar solución a algo tan grave como lo que estaba viviendo, lo veo como una grave falta de empatía. Esta actitud, contradice absolutamente el espíritu que la corporación se empeña en proyectar a su público, ya que al interior, las personas no representan nada.No está demás comentarte que otra colaboradora de la sucursal Edificio Palladio, Loreto, quien se encuentra actualmente con licencia médica, también recibió tratos similares o peores al mío. Solo me queda comentarte, que el banco era mi vida, que me considero una excelente colaboradora y no merecía encontrarme con esta jefatura que no me cabe duda que no es aporte para el banco porque no suma, sino todo lo contrario. Mi finalidad es dejar un precedente que los mecanismos de protección a los colaboradores no funcionaron en este banco. Que se siente orgulloso de decir que es la mejor empresa para trabajar en chile.
Autor: S.G.