La experiencia de viaje de un consumidor, a quien llamaremos Pedro, y su familia en JetSmart fue recientemente manchada por un desafortunado incidente de vulneración en el aeropuerto de La Serena. El 11 de marzo de 2024, Pedro y su familia esperaban embarcar en un vuelo de regreso a Iquique, pero se encontraron con un obstáculo insuperable: el nombre de su hija de 13 años no aparecía en la tarjeta de embarque emitida por JetSmart, sino el de él.

A pesar de presentar un correo electrónico que certificaba a su hija como pasajera, la aerolínea rechazó su solicitud de corrección, trasladándole a él todo el problema. Este incidente pone de relieve una preocupante falta de flexibilidad y comprensión por parte de JetSmart. Cuando Pedro intentó realizar el cambio a través de Call Center, se le informó que no era posible.

La supervisora de JetSmart en el turno, en lugar de ayudar a resolver la situación, se mostró intransigente y despectiva, según informa Pedro. Incluso llegó a sugerir que la familia dejara a su hija menor sola en el aeropuerto, una propuesta inaceptable que solo añadió más combustible al fuego.

La familia se vio obligada a incurrir en gastos adicionales para llegar a su destino debido a la falta de soluciones ofrecidas por JetSmart. En su vuelo anterior de Iquique a La Serena, no experimentaron ningún inconveniente, lo que hace que este incidente sea aún más desconcertante.

Pedro espera una respuesta de JetSmart y una compensación por los gastos incurridos. De lo contrario, está preparado para iniciar una demanda judicial. Este incidente es un recordatorio de la importancia de un servicio al cliente eficaz y compasivo, especialmente en la industria de las aerolíneas, donde los errores pueden tener consecuencias significativas y costosas para los pasajeros.

Margarita A.I.
Reclamos.cl