- Ñuñoa, Chile
- 21, Abril 2015
- Número: 323724
Mala atención
PRESENTE
Estimados Chilexpress:El motivo de este correo es para hacer mis descargos frente a una situación vivida el día de hoy, 21 de abril, en la sucursal Fleming en Las Condes, Santiago.Tal como lo hago hace ya dos años, realizo el envío de los productos de mi tienda establecida a través de ustedes. Siempre conforme y muy agradecida de vuestro labor, pero lamentablemente hoy sufrí una desilusión inmensa.Seré breve...Al ingresar a la sucursal mencionada (tercera vez que lo hago ahí), junto a mi bebe de 1 año, fui atendida por Verónica Muñoz Briones. Hice entrega de 4 encomiendas para envío POR PAGAR y 1 a domicilio. Su reacción fue de inmediato de disgusto (evidente) por que los paquetes iban con la dirección de reclamos.cl/empresa/chilexpress">Chilexpress (ejemplo: reclamos.cl/empresa/chilexpress">Chilexpress limache...) y no con la palabra SUCURSAL previo a la palabra CHILEXPRESS, me lo repitió 4 veces alzando la voz y no dejándome explicar que era primera vez me exigían ese detalle (que por cierto podía yo solucionar en ese instante), Tomando los paquetes con poca delicadeza, insistía en que así no se hacía. Luego me dice que no tengo por qué escribir en el paquete la frase NO APLASTAR, pues reclamos.cl/empresa/chilexpress">Chilexpress no se hace cargo de aquello y que si ella quisiera podría poner una caja de 50 kilos encima librandose de toda culpa (textual). Yo ya un tanto inquieta le hago saber que implica cierto criterio, pues no estoy transportando vidrio o algo parecido, si no que accesorios femeninos muy bien empaquetados. Le digo además que esa regla no aparece en su local, si no que sólo veo un cartel que dice "no transportamos objetos peligrosos", a lo que responde que ella no tiene por qué a mi informarme nada (textual) y que debo acatar lo que ella me dice, cada vez subiendo más el tono de su voz. Paralamente a su discurso inquisitivo e inexplicable, yo trato de calmar a mi bebe que se inquietaba a medida que pasaban los minutos, como también la persona que esperaba su turno para ser atendido.Al cabo de unos minutos llega su compañero y jefe don Carlos Narvaez quien pregunta qué está sucediendo. Nuevamente me impide hablar subiendo el tono de su voz y en una ocasión empujando el vidrio para cerrar la ventanilla.Verónica comienza a contar una historia totalmente distinta, justificando su enojo cada vez más descontrolado. A lo cual yo rompí en llanto, pues ya era demasiado el mal rato que mi hijo y yo estábamos pasando. Llorando le rogaba a don Carlos finalizaramos el proceso de envío y retirarme, a la vez que trataba de explicarle mi versión de lo ocurrido (insisto en que ni sabía qué decir pues todo me parecía increíble e inentendible).Por su parte, Verónica no paraba de demostrar su ira injustificada y fue capaz de hacer partícipe al cliente que estaba detrás mío preguntándole si era verdad lo que ella decía... él claramente guardó silencio, aparenteme avergonzado.Don Carlos amablemente le pedía a Verónica que se calmara tomándola del brazo (Ella se había parado de su silla y yo temía saliera a increparme). Mis productos estaban dentro y no podía irme!Mi bebé a esas alturas lloraba y yo no podía contener mis lágrimas, llenas de impotencia por culpa de una desconocida que sin mediar provocación era capaz de tratarme así.Finalmente me vi obligada a terminar la transacción con la misma persona quien continuaba expresándose de mala forma al momento de pedir mis datos y mi tarjeta para el pago, manipulándola bruscamente.Me sentí humillada y maltratada como nunca en mi vida, recalco como nunca en toda mi vida.Soy una persona de bien, una mujer de 28 años, enfermera de profesión y que hoy se dedica a vender productos de autoayuda. Créanme que no ando por la vida queriendo tener este tipo de desencuentros...Cabe señalar que me percaté de que había una cámara dentro del establecimiento que espero les sirva de prueba para validar todo lo que, en resumen, les expreso en estas líneas.Podría estar toda la noche escribiendo por qué situaciones como estas no deben ocurrir pero imagino que ustedes lo saben y pretenden que tanto sus trabajadores como sus clientes sean tratados de manera digna y respetuosa.Solo espero que me ayuden a que esta persona sea informada de mi reclamo y que sean tomadas las medidas que ustedes estimen convenientes para que esto no vuelva a ocurrir, por mi parte no me queda mas que desear que esa persona solucione sus problemas...Solo espero que mis encomiendas lleguen intactas a su destino, pues qué podría esperar de quien las recibió? Este temor es también un daño moral importante.Me encuentro meditando las medidas que debo tomar, por lo pronto no volveré a dicho establecimiento y me encargaré de difundir a mis seres queridos que tampoco lo hagan por el riesgo que esto pudiese implicar.Les agradecería acusar recibo de este mensaje.Que tengan buenas noches.Cheryl Castiblanco
Autor: C.C.