- Los Ángeles, Chile
- 20, Mayo 2016
- Número: 378574
Peligrosa distribución de papeletas a domicilio
PRESENTE
Reiteradas ocasiones he manifestado a la empresa VTR mi malestar por la pésima y peligrosa distribución de volantes publicitarios en los domicilios particulares, sin embargo ésto continúa, sin tener el menor atisbo de corregir de parte de las jefaturas de las sucursales de VTR. COM, me explico:Cuando VTR contrata los servicios de vendedores y/o captadores de clientes, NO instruye a éstos la forma que deben dejar los volantes en los domicilios particulares, por lo que aquellos no dejan estos avisos publicitarios debajo de las puertas o portones de cada domicilio, sino que los deja en las ranuras de las chapas, dejando clara señal que en ese inmueble no se encuentran moradores, en el caso que ellos están ausente todo el día por razones laborales, peor es cuando los moradores se ausenta por varios días de sus hogares, por lo que deja clara evidencia a los delincuentes que el inmueble está sin habitantes.Ayer llegué a mi hogar a la media noche y me encontré una vez más con un volante de un tamaño visible desde lejos, colocado en la ranura de mi portón, ignoro desde que hora se encontraba ahí, puesto que durante el día no llego a mi hogar, por lo que se expuso mi inmueble a un serio peligro de que pudiese ingresar delincuentes al darse cuenta que en mi casa no habían moradores. Llamé al nro. del celular (+56 9 501 35958) del señor que dejó esta papeleta, don Alejandro Carrasco, haciéndole ver su peligrosa distribución, sugiriéndole que debería colocar estas papeletas debajo de las puertas o portones, a lo que se molestó y me señaló textualmente, lo siguiente: "¿Para eso me llama?, no demostró ni el menor atisbo de solicitar disculpas y/o indicar que lo tendría presente. Es por esto que hago público mi reclamo, solicitando que la gerencia de VTR, instruya a las jefaturas de sucursales a lo largo del país, para que estos últimos a la vez indiquen aquello a los captadores y/o vendedores que contraten para tal trabajo.
Autor: C.G.