- Providencia, Chile
- 23, Noviembre 2016
- Número: 404807
Afrenta pública
PRESENTE
El pasado domingo tomé el vuelo Iquique-Santiago de Chile de las 23:50 horas. Vi que todos los asientos de salida de emergencia estaban vacíos y decidí sentarme en uno de ellos. A los pocos minutos se acercó una azafata morena y joven y me preguntó en voz muy alta si ése era mi asiento, a lo que respondí que no. Manteniendo los elevados decibelios previos me invitó a abandonar el sitio y volver al que se me había asignado de forma bastante maleducada y haciendo que se enterase hasta el piloto. Mis amigos estaban siete filas por delante y pudieron escuchar perfectamente la reprimenda. Minutos después, todos los asientos de las salidas de emergencia, reservados para los clientes del Banco de Chile, seguían vacíos y algunos pasajeros decidirse sentarse en ellos, sin que ningún miembro de la tripulación les dijera absolutamente nada. Yo me abstuve por miedo a que la señorita me volviera a regañar, ya me había hecho pasar mucha vergüenza previamente. Reconozco que no tendría que haberme sentado allí, pero hay dos cosas que no me gustaron nada: la forma de proceder de la azafata y la indiferencia ante los pasajeros que hicieron lo mismo que yo después.
Autor: C.T.